En muchos de los vídeos que colgaba en la red social Youtube, Alberto R. H., alias Alberto HRom, de 28 años, comenzaba con un pequeño discurso a cara descubierta en el que pedía a sus 1,3 millones de seguidores una pequeña ayuda económica, un donativo, para financiar lo que a continuación iba a mostrarles. Y esto no era otra cosa que tutoriales en los que explicaba, paso a paso, cómo elaborar todo tipo de sustancias explosivas como pólvora o fabricar armas artesanales como lanzallamas con napalm casero, así como sus efectos destructivos.
Alberto R. H., que aseguraba tener estudios de ingeniería industrial, fue detenido el pasado 18 de diciembre en la localidad cántabra de Castro Urdiales por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil. Está acusado de cuatro delitos, entre ellos el de fabricación ilegal de explosivos y el de riesgo provocado por explosivos. Sus vídeos en internet acumulaban hasta ese momento 106 millones de visualizaciones. Comenzó hace 10 años con grabaciones didácticas en Youtube e Instagram sobre química y física para fabricar un aerogenerador con un patinete, pero en los últimos años había abierto un segundo canal en el que mostraba con gran éxito de audiencia sus instrucciones para la elaboración de explosivos. Ha quedado en libertad a la espera de juicio.
La bautizada como Operación Sputnik se inició en enero de 2022, después de que el instituto armado detuviera en Pontevedra a un joven de 22 años por fabricar de modo clandestino sustancias explosivas. Entre el material informático que se le intervino a ese veinteañero ―posteriormente condenado a un año y seis meses de prisión― aparecieron varios de los vídeos de Alberto R. H. en los que se había inspirado para elaborar los explosivos. Se inició entonces una investigación para intentar localizar y detener al hombre que aparecía en aquellas grabaciones.
Según fuentes cercanas a la investigación, los agentes analizaron para ello los pequeños detalles que aparecían en las imágenes. “El hecho de que el paisaje fuera muy verde nos permitió concluir que eran grabados en algún punto del norte de España”, explican. Posteriormente, los investigadores descubrieron que en algunos vídeos se veía al fondo, a cierta distancia, una chimenea de gran altura y un muro con lo que parecía el emblema de una empresa.
Esto permitió centrar las pesquisas en Cantabria y, más adelante, en una finca propiedad de la familia de Alberto R. H., en la que, además del taller clandestino donde preparaba las sustancias, grababa los vídeos en los que mostraba la eficacia de los explosivos. En una de estas grabaciones recientes, el ahora detenido exhibía la fabricación de más de 30 kilos de termita, un compuesto pirotécnico con alta capacidad incendiaria que llega a alcanzar temperaturas de más de 2.500 grados, por lo que es capaz de fundir cualquier tipo de metal. Si bien esta sustancia se usa de manera legal para la soldadura de raíles de ferrocarril, el crimen organizado lo utiliza para practicar agujeros en cajas fuertes y cámaras acorazadas.
En el vídeo, el youtuber mostraba, con varias cámaras grabando desde diferente posiciones, cómo destruía su viejo vehículo “en las proximidades de un área forestal de alto valor ecológico, con el evidente riesgo de incendio que ello suponía”, subraya la Guardia Civil en la nota con la que este viernes ha informado de su arresto. En otro vídeo grabado en la misma finca el hombre explicaba paso a paso cómo fabricar Napalm casero y un lanzallamas con el que emplearlo. En las imágenes hacía una demostración de la eficacia y el alcance de su artilugio casero.
En los dos registros realizados tras su arresto, la Guardia Civil ha intervenido más de 20 kilos de sustancias químicas que había adquirido en internet o en comercios que el detenido sabía que aplicaban de una manera laxa la legislación actual sobre la venta de precursores potencialmente utilizables para la elaboración de explosivos (el comprador debe tener una licencia que Alberto R. H. no tenía). Dada la peligrosidad de los productos químicos intervenidos, fue necesaria la actuación de los Técnicos en Desactivación de Explosivos (Tedax) del instituto armado.
En lo que va de año ya son seis las operaciones desarrolladas por el Servicio de Información de la Guardia Civil contra la fabricación ilegal de explosivos a base de precursores, aunque fuentes confiesan que esta es la más relevante, dada la enorme difusión que tenían los vídeos elaborados por el joven.