Un vendedor ambulante senegalés ha fallecido este domingo por la tarde en Sevilla después de saltar al río Guadalquivir tras haber huido de agentes de la Policía Local. Poco después, un grupo de conocidos y amigos de la víctima acudieron a la sede de la jefatura policial para protestar por el suceso fatal y un joven fue detenido, acusado de delitos de atentado contra la autoridad, daños y desórdenes públicos.
El vendedor fallecido, de 43 años, se lanzó al río a las 16.20 en la zona del Muelle de Nueva York tras forcejear con los agentes, a pesar de que no sabía nadar, según el relato del Ayuntamiento de Sevilla. Los agentes habían intentado tranquilizar al hombre, que estaba en “un gran estado de nerviosismo”, según fuentes del Consistorio, pero no lograron disuadirle. Cuando la víctima se lanzó al agua, dos policías se tiraron tras él pero no lograron rescatarlo y se hundió en el agua. El hombre hizo “movimientos evidentes de incapacidad para mantenerse a flote”, según la versión oficial. En esa zona del río había ayer por la tarde una decena de vendedores, pero cuando llegaron los policías todos salieron corriendo. El fallecido no soltó su manta y por eso le siguieron los agentes, según la versión del jefe de la Policía Local dada este lunes.
Poco después de hundirse el hombre, los buzos de la Unidad de Rescate Acuático del servicio de Salvamento y Extinción de incendios de los bomberos localizaron su cuerpo en el río. La Policía Nacional instruye las diligencias a la espera de que un juzgado se encargue del trágico suceso.
Horas después, un grupo de amigos y conocidos del fallecido acudieron por la noche a protestar a la sede de la Jefatura de la Policía Local y tras romper cristaleras y enfrentarse a los agentes que controlaban el acceso al edificio policial, un centenar de agentes movilizados los contuvieron. En el altercado fue detenido uno de los jóvenes y dos agentes resultaron heridos, así como contenedores y vehículos incendiados. A continuación, se produjo una reunión entre representantes del colectivo de vendedores ambulantes callejeros y responsables de la Policía Local.
Ante el incidente en la sede de la jefatura policial sevillana, el sindicato CSIF ha censurado que el edificio “carece de videovigilancia nítida del perímetro y entrada”. “Cualquier persona puede acceder por la pueta principal, abierta 24 horas sin restricciones”, denunció el pasado junio la central en un escrito dirigido al delegado de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Recursos Humanos. CSIF reclama medidas urgentes en la sede, como una puerta de seguridad, cámaras de alta definición y tornos de seguridad para el acceso al interior del edificio.