Se respiraba tranquilidad en Montjuïc: el Barcelona ya tenía asegurado el billete para los octavos de final de la Liga de Campeones, y los muchachos de Hansi Flick se mostraban fiables y concentrados, con una actitud muy diferente a cuando, presos del exceso de confianza en la Liga, el equipo se extravió frente a Las Palmas (1-2) y Leganés (0-1). Aunque no mostró su mejor versión, el Barça enseñó la mano de su entrenador frente al Atalanta, también el talento y la ambición, no siempre bien gestionada, de Lamine Yamal.
“Estoy muy feliz con la segunda posición. Es un gran éxito. Hoy teníamos un partido difícil”, destacó el técnico azulgrana. Ronald Araujo añadió: “Queríamos el primer puesto, pero no se pudo. Estoy contento por la gran fase de grupos que hemos hecho”. La hinchada estaba tranquila, también el entrenador y el capitán. No lo estaba, sin embargo, Lamine Yamal.
Cuando el tablero mostró el número 19, ya en el tiempo de descuento, Lamine Yamal fue reemplazado por Pau Víctor y se marchó disgustado por un lateral del campo. “Sí, bueno, estaba decepcionado, pero ha sido al final y yo buscaba cambiar algo”, explicó el técnico alemán. “Es normal que se enfade, quería acabar el partido. Ha jugado muy bien”, comentó Raphinha.
El disgusto, en cualquier caso, aminoró con la justificación de Hansi Flick a Lamine Yamal. “El enfado ha sido por el partido. Queríamos ganar, pero no se ha podido. Sabíamos que ganando éramos líderes, pero quedar segundos también está bien”, comentó el delantero. Y añadió: “Hansi me ha dicho que esté tranquilo, que he hecho un buen partido”.
Flick frenaba una y otra vez el entrenamiento del Barcelona. En la previa del duelo frente al Atalanta, el técnico azulgrana trabajaba cómo realizar la salida del balón frente al cuadro italiano, así como los duelos uno contra uno en todo el campo que Gasperini, su homólogo, plantearía en Montjuïc. Para los ejercicios, Flick se apoyaba en la pantalla gigante que a principios de temporada había mandado instalar en el campo Tito Vilanova de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. “Fue un partido muy lindo para la gente que lo miró. Tenemos un gran equipo, pero hay que ser humildes e ir partido a partido”, sostuvo Araujo.
Ejercitada la salida del balón y trabajados los desafíos individuales, el Barcelona parecía condenado a marcar diferencias a partir de alguna genialidad de Lamine Yamal. Solo el talento del delantero amagaba con romper la entretenida igualdad entre el Barça y el Atalanta. “En la primera parte, creo que lo hicimos bien. Pero en la segunda queríamos hacer las cosas de manera diferente. Fue bueno ver cómo el equipo lo consiguió”, explicó Flick. Fue tras la charla del alemán en los vestuarios cuando el Barcelona mostró su mejor cara en ataque, en definitiva, la mejor cara de Lamine Yamal: un gol y 10 (de 13) duelos ganados. Además, recuperó cinco balones.
“El Barça es siempre favorito, es para mí el mejor club de Europa. Estoy contento por el segundo puesto. Tenemos que seguir adelante”, analizó Lamine Yamal. Y Hansi Flick cerró: “Es bueno terminar segundo en la primera fase, es un gran éxito para el equipo y para el club”.