Aedas Homes decidió no participar en el concurso de construcción de vivienda de alquiler asequible de la Sareb por su poca rentabilidad. Así lo ha reconocido este miércoles el consejero delegado de la promotora, David Martínez, durante el décimo encuentro de EFIMAD, un evento de financiación inmobiliaria que organiza ASPRIMA y Caixabank. “El diseño de los lotes hacía que la inversión no fuera rentable; se habían incluido ubicaciones que no tenían demanda y aunque había buenas parcelas, estas no compensaban las malas”, ha detallado durante su intervención en el evento después de que se le preguntaran las posibles causas por las que el conocido como Proyecto Viena haya quedado sin pujas.
El plan de la Sareb contemplaba la construcción de 3.770 viviendas de alquiler asequible en terrenos de su propiedad. El llamado banco malo planeaba ceder 50 parcelas a inversores mediante un derecho de superficie a largo plazo, permitiendo a estos construir y gestionar las viviendas durante 80 años, tras los cuales las propiedades revertirían gratuitamente a la entidad pública titular de los suelos. Los precios de los alquileres serían asequibles para rentas medias y se establecerían en coordinación con el Ministerio de Vivienda.
En esta primera fase, se habían seleccionado 39 municipios donde se edificarían las casas a una renta media de 7,6 euros por metro cuadrado al mes para los inquilinos. Para construir los inmuebles, la sociedad pública se tenía que aliar con empresas interesadas en invertir unos 460 millones de euros en el proyecto. Ninguna promotora se presentó, por lo que la Sareb anunció que analizaría las razones del desinterés y modificaría las condiciones del proyecto para relanzarlo.
Fuentes del sector indican que la rentabilidad estimada del proyecto era del 7%, un porcentaje que en el contexto actual de tipos de interés sería aceptable. No obstante, no se trata de una tasa uniforme debido a la ubicación de los lotes. En concreto, se podía pujar por cada uno de los siete lotes que seleccionó Sareb con ayuda de PwC, que agrupaban suelos en Andalucía, Asturias, Galicia, Castilla y León, Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Islas Canarias, Madrid y Castilla-La Mancha. Además de la ubicación, la cesión de los terrenos por décadas planteaba un desafío adicional, ya que implicaba que los promotores debían traspasar la gestión de los activos a empresas especializadas en alquiler asequible o a fondos de inversión de largo plazo.
Las mismas fuentes reconocen que otro factor que influyó en que el concurso quedara desierto es que, pocos días antes de su cierre ―el 20 de enero―, el Ejecutivo anunció la creación de una nueva empresa pública de vivienda que, en teoría, absorberá 40.000 pisos y los suelos de la Sareb. Esta medida ha generado incertidumbre en el mercado, lo que desincentivó la participación de los inversores privados. Actualmente, el banco malo está en conversaciones con los potenciales inversores que mostraron interés inicial para evaluar posibles modificaciones en el diseño de los lotes, aunque no hay fechas para relanzar el concurso de construcción.
El desinterés del sector privado llega en un momento en el que el acceso a la vivienda asequible es un problema creciente en España. Según datos de la consultora JLL, el país enfrenta un déficit de 1,7 millones de viviendas asequibles, lo que requeriría una inversión de aproximadamente 400.000 millones de euros. A nivel europeo, el déficit asciende a 23 millones de unidades, lo que conlleva un gasto de alrededor de 5,3 billones de euros.