Francia afronta una semana frenética con la celebración de la cumbre mundial de la inteligencia artificial (IA) en París, que reunirá a dirigentes como el primer ministro de la India, Narendra Modi, o el vicepresidente de EE UU, J. D. Vance, y a los principales protagonistas de un sector tecnológico convertido en uno de los ejes sobre los que se articula hoy la geopolítica mundial. Francia, con un Emmanuel Macron entusiasmado con la cita, propone abrir una tercera vía entre China y EE UU para crear una IA abierta, sostenible y respetuosa. La clave, como sucede siempre últimamente con Europa, es saber si es ya demasiado tarde. El ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot (París, 41 años), en una entrevista este jueves con EL PAÍS y otros periódicos del grupo de medios europeos LENA en su imponente despacho del Quai d’Orsay, asegura que todavía hay margen. También para encontrar una solución en Ucrania que implique plenamente a una Europa amenazada por los extremismos y “el nuevo desorden mundial, donde reina la ley del más fuerte”.
Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos de la cumbre sobre la inteligencia artificial que se celebra en París?
Respuesta. La ambición de hacer de Francia y Europa un Eldorado para el desarrollo de esta tecnología. Abrir una tercera vía: la de una IA abierta, sostenible y gobernada para que no quede concentrada en manos de unos pocos multimillonarios estadounidenses o chinos. También sostenible, para que contribuya a resolver los problemas del cambio climático en lugar de agravarlos. Y gobernada, para asegurarse de que la IA se utilice para el bien común, en lugar de caer en manos malintencionadas. La declaración final del martes será la primera que se firme por un número tan grande de Estados, la primera también en incluir la dimensión medioambiental de la IA.
P. ¿No llegan tarde? Como con las redes sociales, ¿corremos el riesgo de perder el control?
R. Debemos evitar a toda costa los errores cometidos en el pasado. Si hoy estamos obligados a regular las redes sociales, especialmente en tiempos electorales, es porque no supimos concebir o crear las condiciones para que estas tecnologías surgieran. Quien diseña la herramienta siempre tiene más influencia sobre cómo se usa que quien la regula.
P. ¿Cuál será el papel de la fundación que desean crear?
R. La fundación deberá reunir a actores gubernamentales y no gubernamentales, empresas que crean en las virtudes de la IA para resolver los grandes problemas de nuestra época. Esta fundación deberá permitir proponer proyectos que difundan la IA, incluso fuera del continente europeo, y contribuir a ellos financiando sus esfuerzos.
P. China y EE UU tienen su propia agenda. ¿Cómo piensan convencerles para que se unan a esta tercera vía?
R. Hemos podido medir todo el interés de varios actores, especialmente estadounidenses, por esta tercera vía. Mientras algunas empresas estadounidenses han apostado por entornos muy cerrados y costosos, otras han diseñado su modelo de manera mucho más abierta desde el principio, lo que es muy cercano a lo que queremos promover en Francia y Europa.
P. En el segundo mandato de Donald Trump, el multilateralismo se desmantela en favor de un neo-imperialismo. ¿Cómo pueden reaccionar Francia y Europa ante este cambio de paradigma?
R. Europa se está preparando desde 2017 y Francia ha jugado un papel importante. La Comisión Europea presentó la semana pasada su brújula para la competitividad, donde encontramos nuestras prioridades, algunas de las cuales hace pocos años se consideraban fuera de lugar: la preferencia europea en las contrataciones públicas, la neutralidad tecnológica, el ajuste de la política de competencia para tener en cuenta nuestra autonomía y dependencias, la necesidad de disponer de nuevos medios para invertir. En seguridad, hay un consenso sobre la necesidad, en este periodo agitado, de mostrar sangre fría, serenidad y unidad. Existen carencias en Europa en materia de defensa que debemos subsanar dándonos los medios, incluidos los financieros.
P. ¿No hay riesgo de que cada país, en particular Italia o Hungría, actúen por su cuenta frente a la nueva Administración estadounidense?
R. Todos han comprendido que, en este nuevo desorden mundial, donde prevalece la ley del más fuerte, Europa es tanto un escudo como un multiplicador de poder. Europa tiene todos los activos para ser una superpotencia. Depende de los europeos defender lo que son y resistir la presión de estos nuevos imperios.
P. ¿Está Europa lista para enfrentarse a un contexto geopolítico tan agresivo?
R. Hemos vivido durante décadas en una especie de ingenuidad respecto a la seguridad de nuestro continente. Con la reorientación estadounidense hacia el Pacífico, ha llegado el momento del despertar estratégico. Esto implica un cambio de actitud. Nadie defenderá nuestros intereses por nosotros.
P. ¿Es el triángulo de Weimar entre Francia, Alemania y Polonia más adecuado para avanzar en las cuestiones de seguridad?
R. Frente a las nuevas amenazas, este triángulo de Weimar ha sido útil. Y mientras tanto, se ha ampliado a Italia, España y el Reino Unido. Nos reuniremos la próxima semana en París para tratar las cuestiones de seguridad europea, defensa y apoyo a Ucrania, pocos días después del retiro de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y pocos días antes de la conferencia sobre seguridad de Múnich.
P. ¿Todo esto puede hacerse con una extrema derecha en auge que conquista poco a poco el poder en Europa?
R. No hay ninguna fatalidad en el avance de la extrema derecha. Pero no hay que ser sordo ante las preocupaciones y la ira de los europeos que hoy se están inclinando hacia la extrema derecha. Hay que presentar un proyecto tan radical como el de los partidos populistas autoritarios.
P. Macron ha hablado de una “Internacional reaccionaria”. ¿También utiliza usted esta expresión?
R. La Internacional reaccionaria se está desplegando, incluso en algunos países europeos. Pero seamos claros: lo único a lo que puede conducir en el mundo que viene es al debilitamiento de Europa y, por lo tanto, al debilitamiento de cada uno de los Estados miembros que componen la Unión Europea.
P. ¿Qué opina del eslogan “Make Europe Great Again” lanzado por Elon Musk?
R. Los movimientos políticos de extrema derecha buscan debilitar Europa y hacer que cada uno de los Estados miembros o países europeos sea más dependiente de lo que ya es de los grandes imperios.
P. ¿Qué opina sobre la intervención indirecta de Elon Musk en la campaña electoral alemana al apoyar a Alternativa para Alemania (AfD)? ¿Es una injerencia que le preocupa y que podría repetirse en Francia?
R. La participación de Musk en la campaña electoral en Alemania es, o bien una jugada de comunicación, lo cual es lamentable, ya que interrumpe un debate electoral; o bien una alianza asumida con AfD, un partido de extrema derecha que coquetea con las tesis neonazis. En este último caso, es necesario que el Partido Republicano, actualmente en el poder en Estados Unidos, asuma su destino vinculado a un partido de esta naturaleza.
P. Trump quiere imponer la paz en Ucrania. ¿Es esto posible?
R. Siempre hemos dicho que serán los ucranios quienes decidirán el momento y las condiciones para las negociaciones de paz, y dentro de ese marco, serán ellos quienes definan los parámetros. EE UU puede, con su influencia y poder, atraer a Vladímir Putin, quien, hoy en día, no muestra ninguna señal de buena voluntad para negociar o sentarse a la mesa.
P. ¿Incluirá a los europeos en las negociaciones?
R. Es el interés de todos. Les recuerdo que fue a Francia y Europa a donde el presidente electo Trump realizó su primer viaje internacional para reunirse con el presidente [Volodímir] Zelenski bajo los auspicios del presidente de la República. Ninguna paz justa y duradera podrá alcanzarse sin una nueva arquitectura de seguridad europea.
P. EE UU ha cambiado su enfoque, como vemos con sus intenciones sobre Groenlandia. ¿La solidaridad con Dinamarca llegará hasta enviar tropas francesas?
R. Las fronteras de la UE no son negociables. Sin embargo, hay un tema relacionado con la seguridad en el Ártico, con la alianza tácita entre Rusia y China. Ante estas nuevas amenazas no debemos quedarnos de brazos cruzados. Y dado que compartimos con EE UU la responsabilidad del Atlántico Norte, es normal y natural que nos interesemos. Además, Groenlandia es un territorio que forma parte del Reino de Dinamarca, por lo que corresponde al Gobierno danés expresar sus expectativas en términos de solidaridad europea. Una cosa es segura: siempre estaremos al lado de Dinamarca.
P. ¿Cómo reaccionar ante la diplomacia ruidosa que practica Trump? Cada día, una declaración estridente, como la que hizo sobre una Riviera en Gaza…
R. Con sangre fría y lucidez. Francia se opone firmemente a cualquier desplazamiento forzado de población, que constituye una violación manifiesta del derecho internacional: son contrarios a las legítimas aspiraciones del pueblo palestino y obstaculizan la implementación de la solución de dos Estados, la única capaz de traer paz y estabilidad a la región. No debemos permitir que sus declaraciones sobre Gaza eclipsen otras que dejan entrever una posible anexión de Cisjordania, también contraria al derecho internacional, a las aspiraciones legítimas del pueblo palestino y a la seguridad de Israel mismo. Por eso continuaremos, mediante nuestras denuncias y sanciones, como lo hicimos con los colonos extremistas y violentos, oponiéndonos a esta política.