El secretario de Educación del PSPV-PSOE, Miguel Soler, ha afirmado esta viernes que “ha ganado el número de familias que han votado al valenciano, pero la realidad es que el año que viene habrá menos clases en valenciano como consecuencia de la ley de falsa libertad educativa de [Carlos] Mazón”, aprobada por el PP y Vox en Les Corts Valencianes. Así se ha pronunciado Soler en declaraciones a los medios de comunicación tras analizar los resultados de la consulta. Según ha explicado el que fuera secretario autonómico de Educación con el anterior gobierno de la Generalitat, presidido por el socialista Ximo Puig, los resultados reflejan que Mazón y José Antonio Rovira, consejero de Educación, han perdido su propósito, que era que ganara el castellano para poder decir que en los años anteriores se había impuesto otra lengua, algo que los resultados demuestran que es falso”.
No obstant, el dirigente socialista ha afirmado que no ha visto “en ningún sitio” el que cree “que es el gran titular y es que, independientemente del resultado de la consulta, la realidad es que todo el alumnado de la Comunitat Valenciana dará menos horas de valenciano el próximo curso”. “Las zonas de predominio lingüístico en castellano el próximo año solo darán en valenciano una asignatura cuando ahora se está dando el 25% de las clases”, ha apuntado. Con ello, Soler ha preguntado a Mazón y Rovira “si van a doblar el presupuesto para poder mantener el programa Xarxa Llibres en todos los centros educativos”. “Si no aumentan el presupuesto no podrán mantener el Xarxa Llibres porque cada vez que cambie de curso cambiará la lengua base”, ha argumentado.
“La parte educativa es un hecho más grave. La configuración de grupos heterogéneos, que es un elemento fundamental de la educación para evitar que se creen guetos, para evitar que tengas en el mismo grupo a los seis alumnos que tienen el espectro autista o que son de educación especial o tienen una discapacidad determinada. Ahora van a estar o no en el mismo grupo en función de la lengua. Ayer hablé con más de 20 directores que me daban datos concretos. Un colegio de Infantil y Primaria de una línea de en torno a 24 alumnos en cada grupo. En infantil y primaria han votado tres familias, dos a favor del castellano y una del valenciano. Esas dos acaban de decidir que los 24 alumnos van a dar clases en castellano y a la inversa hubiera pasado lo mismo”, ha destacado.
