El expiloto de automovilismo y magnate de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone (South Elmham, Reino Unido, 94 años) ha vendido su querida colección de coches al heredero de Red Bull, Mark Mateschitz (Salzburgo, Austria, 32 años), según ha confirmado este viernes 7 de marzo el ex máximo responsable de la F1. No se ha revelado la suma monetaria del acuerdo, pero los medios de comunicación británicos estiman el valor de su colección automovilística en unos 500 millones de libras (más de 595 millones de euros, al cambio actual). Sí se sabe que el trato incluye que los 69 coches deben ser expuestos públicamente.
Mateschitz es hijo del multimillonario austriaco Dietrich, fundador y propietario de Red Bull y amigo personal del propio Ecclestone. “Han ido a un buen hogar, que es lo que realmente me interesaba asegurarme”, ha confirmado el empresario a la agencia Reuters por teléfono desde Suiza, donde reside actualmente. La noticia de la venta de su colección llega después de que Ecclestone se declarara culpable de fraude en 2023 al no haber declarado más de 400 millones de libras de activos depositados en un fideicomiso en Singapur. El ex máximo responsable de la F1 aceptó devolver casi 653 millones de libras a la Agencia Tributaria y de Aduanas británica, y fue condenado a 17 meses de prisión, con suspensión de dos años.
Fue en diciembre de 2024 cuando el expiloto anunció que ponía a la venta sus vehículos. Entonces aseguró en un comunicado que amaba a todos sus coches, pero que había llegado el momento de empezar a pensar en qué pasaría con ellos cuando muera. “Por eso he decidido venderlos”, anunció. “Después de coleccionarlos y poseerlos durante tanto tiempo, me gustaría saber dónde han ido a parar y no dejarlos para que mi esposa se ocupe de ellos si yo no estoy cerca”, admitió. Ya entonces, advirtió en una entrevista a la BBC que “hay muchos coches de ocho cifras en la colección, y su valor combinado asciende a cientos de millones”.
La colección de 69 coches incluye vehículos que datan de los inicios de la Fórmula 1, de cuando se celebró el primer campeonato en 1950. Entre ellos hay ejemplares con los que corrieron campeones como Alberto Ascari, Mike Hawthorn, Niki Lauda, Nelson Piquet y Michael Schumacher. “Los presentarán en algún lugar, en un museo para que la gente pueda echarles un vistazo para variar, algo que nunca había ocurrido antes”, ha comentado el magnate a Reuters tras la venta. “Es bueno. Estoy más que contento de que hayan ido a parar allí. No se los habría vendido a nadie si no supiera dónde iban a acabar. Van a construir algo parecido a un museo y ahí es donde estarán”, ha añadido. Según Ecclestone, había muchos compradores interesados, pero en general, eran “la gente equivocada” y desde el principio ha descartado la opción de subastar la colección.
Mateschitz, que sucedió a su padre al frente de Red Bull tras su muerte en octubre de 2022, ha confirmado al Daily Mail que está “muy contento” de que Ecclestone haya depositado su confianza en él “para cuidar esta colección de importancia histórica”. “Se conservará con cuidado, se ampliará a lo largo de los años y, en un futuro próximo, se pondrá a disposición del público en un lugar adecuado”, garantiza el multimillonario heredero. Hasta ahora, los coches han estado almacenados en un hangar de seguridad en el aeródromo de Biggin Hill, en el sur de Inglaterra, y no han sido accesibles al público, salvo para ocasionales salidas individuales en las carreras.
Entre los ejemplares que ahora han pasado a manos de Mateschitz destaca un Brabham BT46B fan car (coche ventilador), llamado así por el enorme ventilador trasero que generaba la carga aerodinámica necesaria para ponerlo en marcha, con el que el austriaco Niki Lauda consiguió la victoria en Suecia en 1978 antes de retirarse. Además, entre los Ferrari, se encuentran el 375F1 con el que Ascari ganó el Gran Premio de Italia de 1951, el coche con el que Hawthorn ganó el título en 1958 y el de Schumacher de 2002.

Ecclestone probó suerte en las carreras en la década de 1950, antes de convertirse en representante de pilotos como Stuart Lewis-Evans y Jochen Rindt, quienes murieron trágicamente mientras competían. Más tarde, el inglés compró el equipo Brabham F1 en 1971, empleando a figuras como Lauda y Nelson Piquet, antes de llevar el deporte a la era moderna cuando se convirtió en el consejero delegado de Formula One Group en 1987, fundando una nueva empresa, Formula One Promoters Association, más tarde conocida como Formula One Management, para gestionar los derechos comerciales de este deporte. Dejó la Fórmula 1 en 2017, cuando Liberty Media se hizo cargo de ella. Su fortuna está estimada en unos 2.500 millones de dólares.