La caída del autócrata Bachar el Asad, que gobernó Siria durante décadas con puño de hierro, ha llevado a Alemania y a otros países de la UE a replantearse su política de asilo a ciudadanos de ese país. Berlín, a punto de empezar la campaña electoral para los comicios anticipados de febrero, en los que la inmigración será un tema clave, ha pausado las peticiones de protección de sirios hasta que se clarifique la situación tras el avance de los rebeldes. De momento, ha congelado unas 47.000 solicitudes, según el Ministerio del Interior alemán. Austria, Grecia y Bélgica han seguido la misma senda y han paralizado hasta nuevo aviso las peticiones de sirios. Francia estudia ahora hacer lo mismo, según ha informado el Ministerio del Interior.
La Comisión Europea, que observa con cierta inquietud e incertidumbre lo que sucede en Siria tras el derrocamiento de El Asad —a quien el Kremlin, que fue esencial durante estos años para mantenerse en el poder, ha concedido asilo en Moscú— por grupos rebeldes, ha advertido contra tomar decisiones o juicios demasiado precipitados. El domingo, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que el fin del régimen de Al Asad en Siria es una buena noticia “por ahora”. Una precaución que se ha repetido en los mensajes de todos los líderes europeos. “Juzgaremos a los futuros gobernantes en función de si hacen posible que todos los sirios vivan con dignidad y autodeterminación, defienden la soberanía de Siria contra la interferencia maliciosa de terceros y viven en paz con sus vecinos”, dijo el mandatario alemán.
“Dada la situación actual y los acontecimientos imprevisibles, actualmente no se puede tomar una decisión final sobre el resultado del procedimiento de asilo”, ha explicado la Oficina Federal para Migraciones y Refugiados alemana (BAMF). “Por esta razón, el BAMF ha pospuesto temporalmente las decisiones relativas a los solicitantes de Siria”, sigue en una nota. “Es impredecible si los acontecimientos actuales conducirán a movimientos de refugiados dentro o fuera de la región, ni qué impacto tendrá la situación cambiante en la capacidad de los refugiados sirios de regresar a sus hogares”, añade la BAMF.
En la misma línea se ha pronunciado el Gobierno alemán. “Tenemos que analizar la situación y tomaremos decisiones cuando sepamos exactamente cómo evoluciona”, ha dicho este lunes en Bruselas el ministro de Finanzas alemán, Jörg Kukies. “Las posibilidades concretas de retorno no se pueden predecir en este momento y sería poco profesional especular sobre ellas en una situación tan volátil”, ha dicho la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, en un comunicado.
Con la guerra civil en Siria —que se inició en 2011— y el régimen del terror impuesto por El Asad, los sirios son desde hace años los nacionales que más solicitudes de asilo presentan en los países de la UE (181.000, según datos recogidos por la Agencia Europea para el Asilo), por delante de los afganos. La siria es la nacionalidad que más peticiones genera en Alemania, donde viven unos 800.000 ciudadanos de ese país. La mayoría llegaron como refugiados tras la decisión en 2015 de la entonces canciller Angela Merkel de abrirles las puertas.
La decisión de Berlín y de otras capitales europeas llega en pleno debate en la UE sobre la definición de qué es un “país seguro”, condición clave para denegar las solicitudes de asilo de quienes lo piden y también condición necesaria para la deportación. Actualmente, el club comunitario no tiene una lista común de “países seguros” y es cada Estado miembro quien lo determina. Sin embargo, la Comisión Europea, que prepara una regulación para endurecer y aumentar las deportaciones de quienes no tienen derecho a permanecer en la UE, ha propuesto que haya una sola para toda la Unión.
Los ministros de Justicia e Interior tratarán estos asuntos, de manera colateral, este jueves y viernes en una reunión en Bruselas, pero Siria y la situación en Oriente Próximo se debatirán más a fondo en el Consejo de Exteriores del próximo lunes y en la cumbre de líderes europeos que se celebrará a finales de la semana que viene, según avanzan fuentes comunitarias.
