Inoxichel México Noticias Ana Asensio, psicóloga: “Los hijos quieren madres felices, no perfectas” | Expertos | Mamas & Papas

Ana Asensio, psicóloga: “Los hijos quieren madres felices, no perfectas” | Expertos | Mamas & Papas

Ejercer la maternidad supone un gran desafío para las mujeres. La maternidad transforma, llena de dudas y, en ocasiones, ahoga. Un reto sumamente difícil y cuestionado, donde las madres españolas deben hacer frente también al gran problema de la conciliación y aprender a educar en una sociedad hiperconectada que va demasiado deprisa. Según la psicóloga Ana Asensio (Madrid, 46 años), también doctora en Neurociencia y autora de dos libros —el último, Neurofelicidad (Roca editorial, 2024), sobre cómo cuidar la química cerebral puede mejorar la calidad de vida de las personas—, las madres se enfrentan a una sobreexigencia para conciliar los distintos roles adquiridos. “La sociedad premia seguir siendo, además de madre, trabajadora de éxito, mujer, estar impecable y que tu estado de ánimo sea de felicidad constante porque esa es la foto que hemos creído tener que replicar”, lamenta. “Y esto nos lleva a sentir una soledad tremenda y a padecer alteraciones del estado del ánimo que tienen su base en aspectos biológicos, pero también en la autoexigencia y en no estar dándole espacio a lo que necesita ser atendido de manera prioritaria sin necesidad de reproducir imágenes perfectas y poco realistas“, prosigue la también divulgadora, que cuenta con más de 134.000 seguidores en su cuenta de Instagram.

Asensio, que en la actualidad coordina la sección de Psicología Clínica, Salud y Psicoterapia del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, explica que convertirse en madre conlleva una serie de cambios profundos en el cerebro de la mujer, que están diseñados para favorecer el cuidado y la protección del bebé: “Los cambios hormonales producen un aumento de la oxitocina, conocida como la hormona del amor, fortaleciendo el vínculo entre la mujer y el hijo. O la disminución drástica de estrógenos y progesterona provoca una mayor sensibilidad emocional y tristeza súbita”, explica en conversación telefónica. En esta etapa también aparece, según afirma, una mayor sensibilidad emocional, activándose áreas relacionadas con la empatía, por lo que el cerebro materno se vuelve aún más receptivo a estímulos relacionados con el bebé como el llanto, las sonrisas o los movimientos. “La vigilancia para velar por el cuidado y la supervivencia del bebé produce en la madre estrés, provocando mucho agotamiento, preocupación excesiva y ansiedad”, añade.

PREGUNTA. ¿Qué pasa con las emociones de las madres?

RESPUESTA. Cuando una mujer se convierte en madre, sus emociones son muy intensas y explosivas, como si de un tsunami se tratase. En su interior muchas cosas cambian al darse cuenta de que ahora hay alguien que depende de ella siempre. La entrega con gran responsabilidad, el agobio por perder espacio y tiempo personal, el sentimiento de protección innato, el cansancio, las dudas o la frustración de que las cosas no sean como ella esperaba le generan muchas emociones desagradables, difíciles de gestionar.

P. ¿Cómo puede una madre poner cuerpo y mente en sintonía?

R. La sintonía se consigue cuando la madre dedica tiempo a cuidarse y encuentra espacios de calma para reconectar con ella misma.

P. ¿El corazón late diferente cuando se es madre?

R. Sí, la respuesta cardíaca se ve modificada tras tener un hijo. Por ejemplo, existe una sincronización cardíaca donde se observa que el corazón de la madre puede sincronizarse con el de su bebé durante interacciones cercanas, como el contacto piel con piel. Además, el estrés, la falta de sueño o la ansiedad pueden provocar un aumento de la frecuencia cardíaca.

Cuando una mujer se convierte en madre, sus emociones son muy intensas y explosivas, como si de un tsunami se tratase.
Cuando una mujer se convierte en madre, sus emociones son muy intensas y explosivas, como si de un tsunami se tratase.Jamie Grill (Getty Images)

P. ¿Por qué a las madres les cuesta tanto hablarse de forma agradable?

R. Porque al convertirnos en mamás aparece un grado de autoexigencia insana, tendente a hacerlo todo perfecto y a querer ser madres que no causen daño, malestar y lleguen a todo de una manera impecable. Es importante incorporar el concepto de la belleza imperfecta de la madre y ser autocompasiva con una misma y comprensiva con las otras mujeres que están en la misma situación.

P. La autoexigencia es uno de los problemas más relevantes en la maternidad actual.

R. La autoexigencia lleva a las madres al agotamiento extremo, a vivir siempre estresadas y con ansiedad. A no encontrar un buen equilibrio en su vida personal, familiar y profesional.

P. ¿Cómo se logra vivir una maternidad en positivo?

R. En primer lugar, dándose permiso para ser y para errar: el error con amor no cuenta. Dándose permiso para no hacerlo todo ella y pedir ayuda cuando lo necesite. Una madre no puede olvidarse de ella misma venciendo la culpa o la vergüenza social. Cuidar de su salud mental, bienestar emocional y rodearse de gente que le apoye sin juicios será clave para conseguir disfrutar de ser madre.

P. ¿Qué se le dice a una madre que siente que lo hace casi todo mal con sus hijos?

R. Que no sea tan dura con ella misma, que se aplauda, que se sienta valiosa. Que no olvide que sus hijos la quieren tal y como es, pero para eso primero se tiene que querer ella. Los hijos quieren madres felices, no madres perfectas.

P. ¿Qué prácticas ayudan a las mujeres a tener un mejor bienestar?

R. Entre esas prácticas están la buena alimentación con alimentos ricos en triptófano, que ayudan a mantener buenos niveles de serotonina, esencial para conseguir una estabilidad emocional; o la importancia de abrazar, oler y escuchar a las personas que amamos para generar oxitocina, que nos hará sentirnos acompañadas evitando así el sentimiento de soledad. Aprender la importancia de hablarnos bien y ser amables nos permitirá aumentar la dopamina, que nos ayudará a dormir mejor. La actividad física nos regalará calma, al generarse endorfinas mientras se practica.

P. ¿Cuál es el mejor consejo que una madre primeriza podría recibir?

R. Rodéate de gente que te aporte, te ayude, entienda lo que te puede estar pasando y te ofrezca el apoyo para que puedas atravesar esta fase acompañada y con la mayor salud posible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post