CaixaBank reestructura su consejo de administración. El banco ha anunciado la sustitución de un tercio de su máximo órgano de administración, con el nombramiento de cinco nuevos miembros y la renovación de otros tres, de un total de 15. A saber, ha acordado elegir como nuevos miembros a Rosa María García Piñeiro, Luis Álvarez Satorre, Bernardo Sánchez Incera, Pablo Forero Calderón y José María Méndez Álvarez-Cedrón; también ha acordado proponer a la próxima junta de accionistas la renovación de Teresa Santero, la representante del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), y a dos independientes, Koro Usarraga y Fernando Maria Costa.
El banco pone fin con este movimiento a la era de Bankia, tal y como adelantó este periódico el pasado viernes 14 de febrero. Esto se produce cuando se cumplen cuatro años de la fusión entre ambas entidades, que dio lugar al mayor banco del mercado español. Esto dio lugar a un reparto en el cual el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ostentó buena parte del poder, con José Ignacio Goirigolzarri como presidente ejecutivo y cinco consejeros de 15 procedentes de Bankia. El Estado se quedaba con un 16% del capital, que ha ido escalando hasta el 18% gracias a las recompras de acciones, mientras que Criteria Caixa, el brazo financiero de la Fundación La Caixa, se quedaba como primer accionista, con el 30%. El reparto de poder entre consejeros de CaixaBank y Bankia pactado entonces cambia, como demostró la dimisión en noviembre de Goirigolzarri y su sustitución por Tomás Muniesa como presidente.
El consejo de administración de la entidad ha realizado este movimiento después de que tres consejeros procedentes de la antigua Cajamadrid —Eva Castillo, Francisco Javier Campo y Joaquín Ayuso— anunciasen su intención de no continuar una vez que venciese este año su mandato. Para reemplazar a Goirigolzarri el banco ha elegido Rosa María García Piñeiro como consejera independiente. Para sustituir a Castillo, Campo y Ayuso, ha designado a Satorre y Sánchez, como independientes, y a Forero como otro externo.
La salida de estos cuatro consejeros procedentes de Bankia se une a la marcha de uno de la cuota de Criteria Caixa, José Serna. El primer accionista del banco, con el 30%, propone como representante a Méndez Álvarez-Cedrón. Su otro consejero dominical es el nuevo presidente, Muniesa. En paralelo, sí renovarán en el puesto Santero, que representa el 18% del Estado en el banco y será la única consejera de Bankia que seguirá en el banco, y los dos independientes Usarraga y Costa. La próxima junta de accionistas, convocada para los próximos 10 y 11 de abril, deberá avalar todos estos nombramientos. También deberán contar con el sí del Banco Central Europeo (BCE).
Estos tres independientes llegados de la antigua Caja Madrid suman cuatro años en CaixaBank y más de una década en Bankia, por lo que fuentes del mercado apuntan a una renovación natural. Serna, de 83 años, llevaba desde 2016 en el consejo de la entidad catalana.
El nuevo consejo de CaixaBank tendrá un perfil eminentemente técnico, alejado de toda adscripción política. Quizás la más conocida de los nuevos miembros del consejo de administración será Rosa María García, que fue presidenta de Siemens Gamesa. En la actualidad es miembro de los consejos de administración de Acerinox y Ence. Álvarez Satorre es ingeniero en Telecomunicaciones y presidente para EMEA de la compañía Neoris, así como está presente en varias compañías del negocio de los cables submarinos; también fue consejero delegado de la filial de Indra Sia. Sánchez Incera, presidente no ejecutivo de Coface, está presente en los consejos de administración de Edenred, Boursorama y en Compagnie Financière Richelieu. Ha sido director general de Société Générale.
Los otros dos nuevos consejeros son más cercanos al mundo Caixa. Forero Calderón, que será designado como otro externo, es el presidente no ejecutivo de la gestora del banco, así como miembro de los consejos de Grupo Jose de Mello y de HSBC. Fue consejero delegado de BPI, el banco portugués que adquirió CaixaBank en 2017. Méndez Álvarez-Cedrón, el nuevo representante de la fundación, es el consejero delegado de Cecabank y director general de CECA, la patronal de las cajas de ahorro donde CaixaBank tiene un papel preeminente, tras haber sido subdirector general de Política Financiera en el Ministerio de Economía, entre otros cargos.
La remodelación del consejo de administración es profunda, pero mantiene los equilibrios dentro del mismo. La mayor parte del consejo de administración, el 60%, son consejeros independientes, pese a que dos accionistas (La Caixa y el Estado) controlan el 48% del capital. Tanto la Caixa como el FROB tienen la capacidad de, teniendo en cuenta al número de acciones que atesoran, incrementar su peso en el consejo, por encima de los dos representantes que tienen ahora los primeros y el que tiene el Estado. Sin embargo, ninguno ha hecho movimiento alguno al respecto, para blindar la mayoría de consejeros independientes. El nuevo consejo tendrá también un 40% de mujeres.
Los cinco nuevos consejeros integrarán un órgano presidido por Muniesa, consejero dominical de Criteria, con un ejecutivo (el consejero delegado Gonzalo Gortázar) y cinco independientes más (Eduardo Javier Sanchiz Irazu, María Verónica Fisas Vergés, Cristina Garmendia Mendizábal, Peter Löscher y Amparo Moraleda Martínez). También estarán presentes los tres consejeros que sí renuevan.
Esta próxima junta de accionistas rubricará, además, la pérdida de funciones ejecutivas del presidente de la entidad, que se producirá al alimón de la sustitución de Goirigolzarri por Muniesa. Así lo ha reclamado reiteradas veces el BCE, que pide a las entidades que separen las funciones ejecutivas (para un consejero delegado) de las de representación (para los presidentes no ejecutivos). El Sabadell y Bankinter ya han adoptado este modelo de gobernanza y a ellos se unirá ahora CaixaBank. Santander y BBVA, sin embargo, mantienen intactas las funciones tanto para Ana Botín como para Carlos Torres.
El primer accionista de la entidad, Criteria, el brazo financiero de la Fundación la Caixa, recogió el guante. El consejero delegado del holding, Angel Simón, aseguró, pocos días antes de la dimisión de Goirigolzarri, en una entrevista en La Vanguardia: “Hemos visto el informe. Nos hemos personado como uno de los implicados y nosotros estamos en línea con lo que propugna el BCE. Por lo tanto, como accionista de CaixaBank, iremos en la misma línea que el BCE”.
