El inminente acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos sobre una propuesta legal para reducir la jornada máxima legal a 37,5 horas semanales en cómputo legal sin reducción de salario antes del 31 de diciembre de 2025, que podría aprobarse esta misma semana, ha despertado algunas susceptibilidades en el seno de la parte socialista del Gobierno. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aunque ha asegurado que huye de choques con la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sí ha aclarado este miércoles qué hay detrás de estas discrepancias.
Según ha destacado Cuerpo en una entrevista en La Sexta, esta reducción de la jornada es un compromiso del acuerdo de Gobierno con Sumar y “se va a llevar a cabo”. Otra cosa es cuándo y cómo, ya que ha dejado la puerta abierta a que su aplicación sea gradual y se vaya hasta 2026, para que sea lo suficientemente flexible para las empresas y conseguir así los apoyos parlamentarios suficientes para aprobarla.
El retraso en la aplicación de la medida es algo de lo que no quiere ni oír hablar la vicepresidenta Yolanda Díaz, que este martes aseguró de forma tajante que el 31 de diciembre de 2025 todos los trabajadores de España verían reducida su jornada laboral a 37,5 horas. Sin embargo, Cuerpo ha precisado que “no es tanto un tema de entrada en vigor”, respecto a lo que ha reconocido que el compromiso del acuerdo de Gobierno es que esté vigente en 2025 y el Ejecutivo lo quiere cumplir, como de asegurar y contribuir “a que esta medida sea sostenible, a que se mantenga en el tiempo y a que las empresas puedan asimilarlo, puedan transitar a 37,5 horas de manera suave y sencilla y sin afectar a los salarios, ni a la productividad ni al crecimiento”.
Ante esta respuesta, Cuerpo ha sido preguntado específicamente si la postura de Economía es que la entrada en vigor de este recorte del tiempo de trabajo no llegue hasta 2026, algo que el ministro no ha validado ni rechazado. La fecha “dependerá, entre otras cosas de que seamos capaces de llegar a un acuerdo en el marco del Congreso con el resto de fuerzas políticas”, ha asegurado. De ahí que haya vinculado el hecho de lograr los apoyos necesarios con ayudas de acompañamiento a las empresas y una aplicación gradual.
En este punto, Cuerpo ha vuelto a referirse de forma tácita a la posibilidad de retrasar la aplicación completa de la reducción de jornada. Según ha asegurado, “la propia concepción de la medida” contaba con un “elemento de transición”, ya que originalmente incluía “una aplicación gradual de la medida, con una bajada de 38,5 horas en 2024 y posteriormente de 37,5 en 2025″.
El titular de Economía también ha sido preguntado por la posibilidad de establecer algún tipo de mejora en los salarios de los trabajadores a tiempo parcial, que no se verán directamente afectados por la reducción de la jornada, tal y como ha defendido la ministra de Trabajo. Cuerpo ha eludido esa respuesta y ha insistido en que la futura medida debe centrarse solo en reducir la jornada a 37,5 horas.