Antolín Javier Génez Miranda, representante de la empresa Comepar, quien tiene el principal contrato para la distribución de alimentos en Asunción, negó que lo que se mostró en fotos difundidas sea el servicio gastronómico que ellos brindaron. Pide un sumario para sus funcionarios, y también ver imágenes del circuito cerrado de la escuela, pues dice que están muy seguros del trabajo que realizaron.
Antolín Javier Génez Miranda, representante de la empresa Comepar, quien tiene un contrato que casi alcanza los G. 2 billones, uno de los más grandes para proveer almuerzo a 600 escuelas de Asunción, negó que el plato que se muestra en las imágenes difundidas sea el servicio gastronómico que ellos brindaron.
Pidió una investigación exhaustiva y un sumario para los involucrados en el servicio, incluyendo a los funcionarios de su empresa, pues dijo que se sienten muy seguros del trabajo que realizaron.
Aseguró que no son “improvisados”, en este rubro y que jamás presentarían un plato de mala calidad que ponga en riesgo a los niños.
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Asegura que muchos chicos sí comieron el menú
Resaltó que muchos estudiantes de la escuela San Jorge, de Mariano Roque Alonso, sí comieron el menú ese día, y que el mismo plato se sirvió en las 600 escuelas a su cargo, no habiendo quejas ni denuncias en ningún otro centro educativo.
Dijo que en la foto no se puede apreciar bien si lo que está servido en el plato sea total o parcialmente la comida que ellos llevaron, pero aseguró que esa no es la forma en que llevan el menú diariamente.
Enfatizó que el menú diario es definido por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) con asesoramiento de nutricionistas y otros profesionales.
Dijo estar en condiciones de afirmar que los platos del picadito de carne porcina se entregaron en forma en conservadoras, con bacha de acero inoxidable y a temperatura de 75º.

Conservadoras llegan lacradas a escuelas
Señaló que la forma en la que transportan los alimentos asegura que este llegue inocuo. Contó que tienen su propio laboratorio dentro de la planta y controlan cada parte del proceso.
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Detalló que las conservadoras de distribución llegan lacradas a las escuelas y que si alguna está abierta, las directoras deben rechazar la entrega.
Por otro lado, indicó que el personal de la empresa es el que sirve los platos, y no permiten que nadie de la escuela se involucre.
Directoras no pueden entregar sobras a terceros
En cuanto a qué se hace con lo que sobra, contó que lo que los chicos no consumen se desecha al basurero, apartando platos y cubiertos en lugares diferentes. Al final del servicio, se retiran llevando con ellos la basura, aseguró.
Puntualizó que hay una normativa bajada desde el MEC, que indica que las directoras no pueden entregar las sobras a terceros.
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En la denuncia que la empresa hizo al MEC, pide que se muestren las cámaras de circuito cerrado del colegio en donde se realizó el servicio el 27 de febrero, de manera que todos puedan saber qué ocurrió.
“Tenemos 600 escuelas, no solo San Jorge, ayer servimos 160.000 platos de picadito de carne porcina, 160.000 de ensalada y 160.000 de postre. Si hay un circuito cerrado, ¿por qué no verlo? Es algo objetivo ver qué pasó realmente”, expresó el representante de Comepar.
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