La Guardia Civil ha detenido a David M. G., de 43 años, el preso que faltaba por arrestar de los dos que se fugaron con una soga de sábanas el pasado 21 de diciembre de la cárcel valenciana de Picassent. El primero en volver a prisión fue Sergio C. D., de 39 años, detenido el 5 de febrero, en la localidad valenciana de Burjassot. El fugitivo ha sido arrestado en la madrugada de este jueves dentro en una operación de la Guardia Civil en la que han sido detenidas otras siete personas por robos con violencia e intimidación. Con este operativo, los dos presos fugados, encarcelados por delitos de robo e intimidación, han vuelto a la situación en la que se encontraban en diciembre.
Los presos huyeron de la prisión aprovechando el alboroto que se produce habitualmente en los recintos penitenciarios cuando los internos siguen desde sus celdas por la radio un partido de fútbol, como el que enfrentaba al FC Barcelona y el Atlético de Madrid el pasado 21 de diciembre. Antes de descolgarse por una larga soga fabricada con un trenzado de sábanas y bolsas de basura, forzaron el barrote de una ventana. Cuando alcanzaron los patios, burlaron las medidas de seguridad para llegar hasta el portón por el que entran las mercancías en el recinto penitenciario, que forzaron, para salir al exterior. Fuentes de sindicato Acaip atribuyeron esta fuga a las deficiencias en materia de seguridad de este centro, uno de los más antiguos del país.
Sergio C. D. fue detenido en la madrugada del pasado 5 de febrero en la localidad valenciana de Burjassot (46.500 habitantes) después de que los vecinos de un inmueble alertaran a través del teléfono 091 a la Policía Nacional sobre la presencia de un hombre desconocido que golpeaba las puertas de sus domicilios y gritaba que era policía para que le dejaran entrar. Según detalló la Policía entonces, entró pasada la medianoche en un edificio y comenzó a llamar violentamente a las puertas asegurando que era policía. Gracias a ello, logró colarse en algunas. El fugitivo intentó esconderse bajo la cama de la hija de uno de los propietarios y finalmente los agentes pudieron reducirlo.
Este jueves de madrugada, la Operación Valijas de la Guardia Civil ha puesto fin a la fuga de David M. G. En ella han sido arrestadas siete personas por al menos 12 robos con violencia e intimidación. El preso fugado volverá a prisión con una nueva causa abierta, por la que tendrá que rendir cuentas en los juzgados.
Hasta el pasado diciembre, se habían fugado 24 personas de las cárceles españolas desde 2003, según la estadística oficial de Instituciones Penitenciarias. Esta cifra representa una mínima parte de los quebrantamientos de condena registrados estos dos últimos decenios ―más de 10.000, según una estimación de este diario a partir de varias respuestas parlamentarias del Gobierno―. Tres cuartas partes de esta cifra las protagonizaron reclusos que aprovecharon el disfrute de un permiso para no regresar a prisión. Otra parte se produjo durante salidas de los reclusos para acudir a los juzgados, mientras están ingresados en centros hospitalarios o al realizar una actividad cultural en los exteriores de la cárcel. La población reclusa en España era, a finales de noviembre, de 59.513 personas, aunque pasaron por ellas cerca de 80.000 en algún momento del año pasado, según detallan fuentes penitenciarias.
