Publicó ayer Juan Navarro en este periódico que un grupo de estudiantes del instituto público Núñez de Arce de Valladolid fueron de excursión a Cuelgamuros. Parte de la muchachada exhibió con orgullo banderas carlistas, saludó como lo hacían los fascistas y amenizó el viaje en autobús con un repertorio que incluyó el himno de la Falange, el Cara al sol. Un viaje cargado de estímulos, muchos más que cuando mis padres me llevaron un día de verano siendo yo adolescente y lo único que dijo mi madre fue: “Qué cosa tan fea y gris”.
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