Lo lingüístico importa, a las lenguas se les endilgan prejuicios insostenibles para justificar el odio. En la campaña emprendida por la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de la población migrante, la discriminación lingüística juega un papel importante. Hace unos días, en Milwaukee, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo a tres personas por el solo hecho de haberles escuchado hablar español y las llevaron a un centro de detención, hasta que se aclaró que eran ciudadanas estadounidenses.
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