La imagen evoca escenas de otros tiempos. Es el partido de este domingo pasado de la Liga F entre el Espanyol y el Barcelona, uno de los históricos venido a menos y el gran dominador de la competición (y del fútbol europeo) en el último lustro. Mapi León y Daniela Caracas se marcan cuando está a punto de sacarse un córner. En el forcejeo, la defensa del Barcelona le toca con los dedos las partes íntimas a la jugadora del Espanyol. Y le dice algo que ha reproducido en un tuit el CD Zamora: “¿Tienes picha?“. A continuación, sigue el forcejeo: empujones y agarrones típicos, ahora sí, de una jugada dentro del área. El gesto anterior, sin embargo, no lo es tanto. Recuerda al archiconocido episodio protagonizado por Miguel y Valderrama en un partido de la Liga entre el Madrid y el Valladolid en 1991. Y ha sido denunciado este lunes por el Espanyol. Además, el club reconoce que la jugadora estudia ahora si denunciar.
Tras el tenso derbi de este domingo, el club catalán ha mostrado en una nota emitida esta tarde su “total descontento” y “condena” por la acción de Mapi León, en la que, señala el comunicado, “vulnera la intimidad” de la futbolista del equipo blanquiazul. En un vídeo que ya se ha hecho viral en redes sociales se observa cómo en el minuto 15 del partido Mapi toca la entrepierna de la jugadora.
En el comunicado aseguran que Caracas “no pudo reaccionar a causa del impacto que le causó la situación”, pero que después “tomó conciencia de la gravedad del gesto”, aunque no quiso “reaccionar airadamente para evitar una sanción disciplinaria y perjudicar al equipo”. Señalan, además, insultos a la jugadora en redes sociales. “Hemos puesto a disposición de nuestra jugadora los servicios jurídicos del club por si desea emprender acciones legales”, añaden mientras rechazan “cualquier forma de violencia en el mundo del fútbol”.
“Desde el RCD Espanyol defendemos a nuestra jugadora y condenamos cualquier acto que atente contra la integridad de las futbolistas en el campo. Creemos firmemente en el respeto y la deportividad como valores fundamentales del fútbol y esperamos que este tipo de situaciones sean tratadas con la seriedad que merecen”, termina el comunicado del club. Ni el Barcelona ni la jugadora Mapi León se han pronunciado.
Sí que ha emitido un comunicado la Asociación de Futbolistas Españoles, en el que ha expresado “su descontento y rechazo ante cualquier conducta inadecuada, física o verbal, que se produzca en el ámbito del fútbol, pues perjudica al colectivo de futbolistas” al que representan. Y ha añadido: “Si queremos construir entre todos y todas un deporte mejor, es imprescindible erradicar comportamientos inaceptables, dentro y fuera del terreno de juego. Consideramos que el respeto, el compañerismo y la deportividad deben ser valores fundamentales que han de prevalecer entre futbolistas, árbitros, entrenadores y afición para garantizar una sana convivencia y el bienestar de quienes formamos parte del mundo del fútbol”.
Fue un derbi tenso en la Ciudad Deportiva Dani Jarque y un partido atascado hasta el segundo tiempo, y en el que se lanzó una lata al terreno de juego, tal y como recoge el acta arbitral: en el minuto 73, justo después de la celebración del primer gol de Caroline Graham Hansen frente a la grada de animación del estadio perico, se lanzó “una lata de refresco donde estaban situados los aficionados locales, identificados por su vestimenta y cánticos, sin llegar a impactar en las jugadoras”, explica el acta. “Lo que ha caído de la grada no lo sé, no lo he visto. Deberían intentar no tener tanta rabia con el Barça. No lo entiendo, somos mejores, hemos ganado. Si les da tanta rabia perder contra nosotros deberían jugar a fútbol”, explicó Graham Hansen tras el encuentro. Y añadió: “Ellas nos han pegado todo el partido. Han hecho su plan”.
Del lado blanquiazul la lectura era algo distinta. Respecto al comportamiento de la grada —“La afición está aquí para apoyarnos. Quizás se han sentido un poco provocados al celebrar el gol en su cara. Tienen que estar con calma, porque el fútbol se queda dentro del campo”, decía Cristina Baudet, jugadora del Espanyol— y no tanto en referencia a la actitud de las jugadoras en el césped, según la misma Baudet: “Son partidos que vienes a competir, es un equipo grande, ellas vienen a ganar, es el campo del Espanyol… tampoco creo que quieran provocar. Somos un rival fuerte para ellas y un gol se tiene que celebrar, pero tampoco creo que haya sido faltando al respeto”, añadía. Tras el primer tanto azulgrana se acentuó la tensión en la grada, que profirió algunos insultos destinados a las rivales, de esos que no abundan en un partido de la liga femenina. En respuesta, Cata Coll, la portera azulgrana, mandó besos a la grada. “Sabíamos que iban a insultar, a pegar. Yo intentaba hacer lo que podía en el campo, así que yo no he escuchado tantas cosas”, confesó Graham Hansen.
“Es un derbi, sabíamos a dónde veníamos, a lo que jugamos nosotros y a lo que juega el Espanyol. Éramos conscientes de que esto puede suceder. Si no resuelves el partido con un poco de antelación esto te puede llevar a que haya frustración, a que la grada aprete algo… Son cosas que a veces pasan en el fútbol, esperemos que no vuelva a pasar, no son cosas que me gusten”, compartió por su parte Pere Romeu, técnico azulgrana, sobre el ambiente en la grada. Sara Monforte, entrenadora del Espanyol, aseguró haber vivido el partido “muy tranquila” y haber “disfrutado del fútbol de verdad, de toda la vida”. “En el fútbol profesional se ve todo tipo de juego. Teníamos que llevar el partido al límite, que no estuvieran cómodas, y cada uno usa sus armas”, añadió.