El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue teniendo a sus vecinos en vilo con su política comercial. Trump modificó este fin de semana los decretos que imponen aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, pero todavía no ha dicho su última palabra a solo unas horas de la fecha de aplicación, este martes. De hecho, su secretario de Comercio, Howard Lutnick, sugirió este domingo que finalmente los aranceles podrían ser de menos del 25%.
Lutnick sembró la confusión tras reconocer que sus vecinos habían hecho concesiones y logros. Los cruces de inmigrantes en la frontera han caído en picado y tanto Canadá como México estudian imponer aranceles a los productos chinos, una exigencia de Estados Unidos. En medio de la negociación sobre los aranceles, México extraditó el jueves a Estados Unidos a 29 narcotraficantes que se encontraban en distintas cárceles del país. Entre ellos estaba el histórico capo Rafael Caro Quintero, líder del Cartel de Guadalajara reclamado por Estados Unidos desde hace décadas por el asesinato de un agente de la DEA y los antiguos líderes del cartel de Los Zetas, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como Z-40 y Z-42.
“Han hecho mucho, así que ahora mismo [Trump] está pensando exactamente cómo quiere actuar con México y Canadá y esa es una situación fluida”, dijo Lutnick en Fox News el domingo. “El martes habrá aranceles sobre México y Canadá, exactamente cuáles sean, vamos a dejar que el presidente y su equipo negocien eso”, añadió.
Trump corrigió el domingo los decretos de los aranceles sobre México y Canadá. La modificación detiene una disposición destinada a restringir el envío libre de impuestos de artículos de bajo valor. Con eso, Estados Unidos evita un colapso como el que se produjo con la entrada en vigor de los aranceles a China. Trump tuvo que rectificar y dejar exentos la mayor parte de los envíos chinos. La modificación del domingo da tiempo a Estados Unidos para desarrollar y desplegar un método de imposición de aranceles a los artículos de bajo valor enviados desde México o Canadá. Al tiempo, era una señal de que los aranceles entrarían en vigor este martes.
La incertidumbre creada con la política comercial ya está teniendo efectos sobre la economía. Las expectativas de inflación se han disparado, la confianza de los consumidores ha caído y las empresas han alertado de los efectos en el crecimiento económico, así como en sus ingresos y márgenes. Hay riesgo de disrupción en la cadena de suministros, dado que la economía norteamericana está muy integrada, especialmente en sectores como el del automóvil.
Estados Unidos tiene con sus dos vecinos un tratado de libre comercio que fue negociado por el propio Trump en su anterior mandato, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC o UMSCA). Sin embargo, el déficit comercial con ambos países, especialmente con México, se ha disparado en los últimos años. Trump amenazó en campaña con aranceles a los coches mexicanos, pero cuando lanzó un ultimátum más en serio fue después de ganar las elecciones. Dijo que impondría aranceles del 25% a todos sus productos el primer día si México y Canadá no frenaban el tráfico de fentanilo y la entrada de inmigrantes.
Llegó el primer día y Trump dijo que aplicaría los aranceles el 1 de febrero. Llegó ese día y las mercancías seguían circulando libremente. Esa tarde, Trump firmó un decreto para que los aranceles se aplicasen desde el 4 de febrero, provocando un terremoto en los mercados. Sin embargo, luego Trump habló con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y a cambio de unas concesiones menores, aplazó los aranceles un mes, hasta el 4 de marzo.
La semana pasada, Trump insistió varias veces en que la fecha seguía en pie, pero llegó la primera reunión de su Gabinete, el miércoles, y dijo a la vez eso y lo contrario: que la aplicación sería desde el 2 de abril. “No voy a detener los aranceles”, dijo primero, antes de describir cómo creía que Estados Unidos había sido víctima de años de maltrato por parte de sus vecinos. Y luego le preguntaron cuándo entraban en vigor y contestó: “El 2 de abril”. El peso mexicano y el dólar canadiense reaccionaron al alza. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, trató de intervenir para aclarar la situación, pero al final no quedó del todo claro si los aranceles a México y Canadá se aplazan otro mes o si Trump se estaba liando con algunos otros de sus aranceles.
El jueves, el propio Trump trató de deshacer el lío. Aseguró que los impuestos a los productos mexicanos y canadienses se aplicarán desde el 4 de marzo y que el 2 de abril es para lo que llama aranceles recíprocos. “Los ARANCELES propuestos para entrar en vigor el CUATRO DE MARZO entrarán en vigor, tal y como estaba previsto. Del mismo modo, a China se le aplicará un arancel adicional del 10% en esa fecha. La fecha del arancel recíproco del 2 de abril seguirá en pleno vigor y efecto. Gracias por su atención a este asunto. ¡QUE DIOS BENDIGA ESTADOS UNIDOS!”, escribió Trump en Truth, su red social.
“Las drogas siguen llegando a nuestro país desde México y Canadá en niveles muy altos e inaceptables. Un gran porcentaje de estas drogas, muchas de ellas en forma de fentanilo, se fabrican y suministran desde China”, decía en su mensaje del jueves. “Más de 100.000 personas murieron el año pasado debido a la distribución de estos VENENOS peligrosos y altamente adictivos. Millones de personas han muerto en las últimas dos décadas. Las familias de las víctimas están devastadas y, en muchos casos, prácticamente destruidas. No podemos permitir que este flagelo continúe dañando a Estados Unidos y, por lo tanto, hasta que se detenga o se limite seriamente, los ARANCELES propuestos entrarán en vigor el CUATRO DE MARZO entrarán en vigor, como estaba previsto”, afirmaba.
En campaña, Trump prometió imponer aranceles del 60% a todos los productos chinos. En cambio, pasadas las elecciones, amenazó a sus aliados y socios México y Canadá con un 25% y a China, con un 10%. El trámite siguió el mismo camino que el de esos otros dos países, con la diferencia de que Trump dijo que iba a hablar con Xi Jinping (aparentemente para aplazar los aranceles a cambio de concesiones sobre el fentanilo) y da la impresión de que el presidente chino no se prestó a la maniobra. Los aranceles entraron en vigor, pero las aduanas estadounidenses no estaban preparadas para aplicarlos, así que se colapsaron. Trump tuvo que dar marcha atrás y eximir a la mayor parte de los envíos, los de menos de 800 dólares de plataformas como Temu y Shein. Ahora, tras su metedura de pata con México y Canadá, anunció otro 10% de aranceles a los productos chinos desde el martes 4 de marzo.