Inoxichel México Noticias Invertir en bonos o en Bolsa: la deuda gana puntos ante el ‘pinchazo’ de Wall Street | Mercados Financieros

Invertir en bonos o en Bolsa: la deuda gana puntos ante el ‘pinchazo’ de Wall Street | Mercados Financieros

Las previsiones de la mayoría de analistas para 2025 han quedado definitivamente patas arriba en los primeros días del mes de marzo. La Bolsa de Estados Unidos y la deuda europea eran a finales de 2024 los activos que más consenso despertaban entre los inversores de cara al nuevo año, pero ese pronóstico está siendo barrido en rentabilidad justo por la combinación contraria, Bolsa europea y deuda estadounidense. El Dax alemán ha acelerado su subida en el año al 15% gracias al plan de gasto anunciado por el futuro canciller Friedrich Merz, que de paso también ha provocado un repunte fulminante de la rentabilidad de la deuda germana no visto desde la caída del muro de Berlín. Y en EE UU, mientras los índices arrojan un inesperado balance de pérdidas en el año, los rendimientos de los bonos a largo plazo se relajan y dejan ganancias del 5,2% en la deuda a 30 años en los dos primeros meses del año.

La presencia de los bonos en la cartera de inversión ya era una consigna clara para los gestores en este 2025. La perspectiva de tipos de interés en descenso favorecía la apreciación de los activos de renta fija, que además garantizan un cupón anual atractivo después del efecto acumulado de las alzas del precio del dinero. Pero la agitación en que vive el mercado está dando aún más brillo a los bonos, hasta el punto de que en el mercado estadounidense al inversor ya le compensa más tener un bono soberano que poner su dinero en el S&P, algo que no sucedía desde hace más de veinte años. Y en Europa, la subida de esta semana deja rentabilidades del 2,83% en el bono alemán a 10 años, de casi el 4% en el italiano y del 3,49% en el español. Estos activos han visto derrumbarse su precio esta semana y ahora tendrían por delante un inesperado potencial de revalorización.

La deuda de EE UU renta más este año que el S&P 500

Después de que las acciones estadounidenses hayan alcanzado una valoración cercana en muchos casos a máximos históricos, la prima de riesgo de la Bolsa estadounidense se ha vuelto negativa por primera vez desde 2002, según explican Marc Seidner y Pramol Dhawan, gestores de carteras de Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo. Es decir, la diferencia entre el rendimiento de las ganancias del S&P y el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE UU a 10 años es favorable para estos últimos por primera vez en los últimos 23 años.

“Parece especialmente preocupante que las valoraciones sean tan exageradas cuando la incertidumbre es tan alta, con las políticas arancelarias de EE UU dispuestas a remodelar el panorama económico mundial”, añaden en Pimco. Esas altas valoraciones de la Bolsa estadounidense, que ha sido un verdadero imán para el capital en los últimos años gracias al tirón de sus gigantes tecnológicos, está precisamente impulsando a los inversores hacia otros mercados como el europeo, con precios mucho más baratos y pese a todas las incertidumbres arancelarias y geopolíticas. La sostenibilidad de las ganancias del S&P ha sido puesta en cuestión en el inicio de este año y como los riesgos van a más y son impredecibles, en Pimco insisten en que “los inversores deberían reconsiderar la diversificación de sus carteras, aprovechando los atractivos rendimientos de los bonos como protección frente a la volatilidad”.

El bono de EE UU a 30 años deja ganancias del 5% en lo que va de año

La búsqueda de refugio explica de hecho en buena parte el notable descenso en la rentabilidad de la deuda soberana estadounidense en lo que va de año. El bono a 10 años está en el 4,2%, después de rozar el 4,8% a principios de año, y el de 30 años cotiza en el 4,59%, frente a casi el 5% de los primeros días del año. Esa caída en rentabilidad va en paralelo a la subida de precio de estos activos, que en opinión de Vikram Aggarwal, gestor de Renta Fija de Jupiter AM, están en un momento dulce, ni mucho menos tan caros como para no invertir en ellos. “Los ingresos por cupones generados por la inversión en bonos soberanos proporcionan un colchón adecuado contra cualquier pérdida de capital debida a nuevos aumentos de rendimiento”, asegura. “La rentabilidad de los beneficios de la renta variable estadounidense se ha desplomado, lo que hace que las acciones estadounidenses sean las menos atractivas en mucho tiempo, mientras que los bonos parecen los más baratos de los últimos 20 años”, añade. En su opinión, los rendimientos nominales que ahora ofrecen los bonos soberanos ofrecen una compensación atractiva ante las incertidumbres actuales. A falta de bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal, el coste de financiación se está abaratando en EE UU, tal y como desea Donald Trump, gracias a la búsqueda de refugio por parte de los inversores en la deuda soberana estadounidense. Las dudas sobre la economía de EEUU y los recortes de gasto en marcha también favorecen ese descenso en las rentabilidades.

El cambiante panorama financiero se ha agitado esta semana aún más con el anuncio de que Alemania está dispuesta a modificar su sacrosanto freno a la deuda para gastar más en defensa y lanzar un plan de inversiones por medio billón de euros, lo que ha disparado los rendimientos de los bonos alemanes y contagiado en su ascenso al conjunto de los bonos soberanos. “Lo que ha hecho la deuda alemana en un solo día es un movimiento muy poderoso pero es cierto que cambia las reglas de juego conocidas hasta ahora. Veremos caídas de rentabilidad en los bonos europeos en las próximas semanas pero a más largo plazo, el punto de equilibrio de esas rentabilidades puede elevarse en 20 ó 30 puntos básicos. Al fin y al cabo, vamos a ver más endeudamiento en Europa”, explica Félix López, socio especialista en Renta Fija de Atl Capital.

El escenario es mucho más favorable ahora que a comienzos de año para la inversión en bonos. En Bank of Amercia ven un momento óptimo para los corporativos europeos

López reconoce que el escenario actual para la deuda soberana es más favorable que el de principios de año. Los bonos estadounidenses, el refugio por excelencia, se mantienen en un rango de precios adecuado. “Solo si el bono de EE UU a 10 años cayera al 3,8%, venderíamos. Y compraríamos si subiera al 5%”, explica. Y al tiempo, la deuda soberana europea ofrece mayor potencial tras la reciente caída de precios. En Atl Capital mantienen un posicionamiento estratégico en deuda soberana estadounidense, que no han modificado pese a los recientes indicadores que apuntan a un menor crecimiento económico, y destacan además las oportunidades que ofrece el conjunto de la renta fija. De hecho, la firma es favorable a una asignación mitad deuda y mitad Bolsa en una cartera equilibrada, con un nivel de riesgo moderado. Los bonos tienen por tanto más peso que en el esquema tradicional de composición de carteras de 60% Bolsa y 40% renta fija, que había quedado arrinconado en la larga época de tipos de interés cero. López insiste en que el interés de la renta fija va más allá de los bonos soberanos y se extiende también al conjunto de la deuda corporativa.

En una semana en que el bono alemán ha registrado la mayor subida diaria desde la caída del muro de Berlín, en que el bono japonés a 40 años cotiza al mayor nivel visto nunca, y cuando los bonos soberanos de EE UU ya se comportan mejor que el S&P 500 desde las elecciones presidenciales, en Bank of America ven claro que es momento de “hacer la deuda corporativa europea grande de nuevo”, parafraseando a Trump. “No se nos ocurre mejor telón de fondo para la inversión en crédito que uno en el que la mayor economía de la zona euro está desesperada por reactivar el crecimiento y el BCE aún tiene que recortar tipos”, añade el banco estadounidense, que opta por mantener duraciones largas en estos bonos y en aprovechar las caídas de precios para comprar.

En cuanto a la renta variable, el camino no está ni mucho menos despejado. La Bolsa estadounidense está teniendo un inicio de año decepcionante, una vez queda confirmado el recelo de muchos inversores ante las valoraciones estratosféricas de sus gigantes tecnológicos, y está por ver si el inesperado y deslumbrante rally de la Bolsa europea tendrá continuidad. “El recrudecimiento de la guerra comercial y su impacto en el crecimiento económico y la inflación es el gran riesgo para la renta variable y podría lastrar el buen comportamiento relativo de Europa frente a EEUU, pero el impulso que se espera en el gasto en defensa e infraestructuras, o la expectativa de un alto el fuego en Ucrania podría dar un impulso adicional”, explican en Macroyield, donde aun así se mantienen escépticos. Su posición es la infraponderación de la Bolsa y la búsqueda de acciones de calidad.

En Bank of America mantienen una posición negativa para la Bolsa europea en términos absolutos: esperan un descenso del 10% para Stoxx 600 de aquí a fin de año, en línea con una débiles perspectivas de crecimiento. Según explica Sebastian Raedler, jefe de estrategia en Bolsa europea de Bank of America, a este diario por correo electrónico “vemos margen para que el crecimiento mundial siga desvaneciéndose, lo que debería empezar a cuestionar las optimistas expectativas de crecimiento descontadas en la renta variable europea, en consonancia con las renovadas caídas del mercado que se avecinan”. En términos relativos frente al conjunto de la Bolsa mundial, la entidad ha rebajado a neutral su recomendación para la Bolsa europea después del intenso rally de este año y mantienen en todo caso la sobreponderación de los pequeños valores europeos frente a los grandes.

El momentum de la Bolsa europea está siendo inesperado y muy poderoso, alentado por las noticias de mayor gasto en Alemania y de más inversión en defensa de la UE. Hay quienes ven en ello los argumentos para dar continuidad al rally, aunque el giro de guion puede llegar en cualquier momento. Una andanada de aranceles estadounidenses sobre la UE o unas negociaciones decepcionantes sobre el fin de la guerra en Ucrania que eleven además los precios de la energía pueden ser motivo para recoger beneficios. Después de todo, la Bolsa europea ha consumido ya la gran parte del potencial que estaba previsto para el conjunto del año. Y ante la incertidumbre máxima y un ajuste bursátil que pueda llegar de forma abrupta, la rentabilidad de los bonos estará ahí. En Bank of America añaden que la valoración de la Bolsa europea ha alcanzado el punto más caro desde 2007 en relación con los bonos.

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