Oriol Junqueras y Carles Puigdemont han concertado una reunión este jueves en Bélgica. Se trata del primer encuentro desde que ambos fueron elegidos, a finales del año pasado, máximos responsables de Esquerra Republicana y de Junts per Catalunya. Junqueras, acompañado de la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, ha llegado caminando hasta la denominada Casa de la República, en Waterloo, minutos después de las 10 de la mañana. Los esperaban Puigdemont y Turull, que los han recibido con un apretón de manos a la entrada, antes de iniciar la reunión a puerta cerrada.
A su llegada, un parco Junqueras se ha limitado a enmarcar el encuentro en los esfuerzos de ERC por mantener “las mejores relaciones posibles con el conjunto de los agentes sociales, políticos y económicos”. Con Junts “compartimos muchas cosas” y se mantiene una “relación educada” que busca ser “lo más productiva posible en beneficio de Cataluña y el conjunto de la sociedad”, ha agregado. Sobre las expectativas de la reunión y la posibilidad de abordar la cuestión de confianza planteada por Junts, Junqueras ha eludido entrar en detalles. “Ustedes saben cuál es nuestra posición porque hemos tenido ocasión de explicarla en muchas ocasiones y no añadiremos nada nuevo”, ha zanjado.
Puigdemont, en el cargo de president, y Junqueras, desde el despacho de vicepresidencia, comandaron la Generalitat en los días más agitados del desafío independentista y diseñaron el referéndum del 1 de octubre de 2017, que fue declarado ilegal. Pese a ese pasado común, la falta de sintonía personal de ambos es públicamente conocida. Las bases del independentismo catalán han apelado reiteradamente a la necesidad de actuar con unidad y, en con este objetivo, se han alentado múltiples intentos de rehacer puentes entre ambos, con poco éxito. En verano pasado, por ejemplo, ambos dirigentes se reunieron en Waterloo, pero hacía tres años que no se dejaban ver juntos.
