La inversión pública en infraestructura económica, que abarca sectores clave como agua, energía, telecomunicaciones y transporte, es un factor determinante para el desarrollo y la competitividad de los países de América Latina (AL). A pesar de su relevancia, la región ha mantenido niveles de inversión relativamente bajos en comparación con economías emergentes de otras partes del mundo.
El promedio de inversión pública en infraestructura económica en AL entre 2019 y 2023 muestra grandes disparidades entre países. De acuerdo con los datos de Infralatam, la inversión como porcentaje del producto interno bruto (PIB) marca una importante diferencia si se compara con los recursos destinados. Entre los países con mayor esfuerzo inversor con respecto a su PIB se destacan Nicaragua (4,4%), Belice (4,3%), Bolivia (3,8%) y Paraguay (2,5%), mientras que economías de mayor tamaño, como Brasil (0,6%) y México (0,6%), registran niveles inferiores al 1% del PIB. Sin embargo, al analizar los montos absolutos de inversión en millones de dólares, se observa una dinámica distinta. Brasil lidera la región con inversiones que han superado los US$ 14.000 millones en promedio en las últimas décadas, seguido de Argentina y Colombia. En contraste, Paraguay, a pesar de tener una proporción del PIB relativamente alta destinada a infraestructura, registra valores absolutos más modestos, con montos que han oscilado entre US$ 190 millones en 2008 y poco más de US$ 1.000 millones en 2023. Esto refleja la diferencia en la capacidad de inversión entre economías de distintos tamaños.
La tendencia general evidencia una limitación estructural en la capacidad de financiamiento para proyectos de infraestructura en la región, lo que ha llevado a una creciente participación del sector privado y a modelos de financiamiento mixtos, como las asociaciones público privadas (APP). Sin embargo, la calidad y eficiencia en la ejecución de estos proyectos sigue siendo un reto en varios países, afectando la competitividad y el desarrollo económico a largo plazo.
Desafíos y perspectivas
Como se mencionaba, Paraguay se posiciona entre los países con mayor inversión pública en infraestructura económica como porcentaje del PIB, siendo superior al de economías más grandes como Argentina, Chile y Perú. No obstante, en términos absolutos, la inversión paraguaya es significativamente menor. En 2023, el país destinó alrededor de US$ 1.055 millones a infraestructura, cifra inferior a la de Argentina (US$ 4.691 millones) y Brasil (US$ 17.188 millones).
A pesar de su desempeño relativamente positivo en términos de porcentaje del PIB, Paraguay enfrenta desafíos estructurales en la ejecución de inversiones. La burocracia, la falta de planificación estratégica y, principalmente, las limitaciones en el financiamiento público siguen siendo obstáculos para una mayor eficiencia en la inversión en infraestructura. Además, la dependencia de financiamiento externo en algunos proyectos sigue planteando riesgos ante las restricciones fiscales.
Para mejorar la eficacia de la inversión pública, Paraguay podría fortalecer la planificación de proyectos a largo plazo, mejorar la transparencia en la ejecución de obras y fomentar mecanismos de financiamiento innovadores, como las APP, que han mostrado resultados positivos en otros países de la región y que, con la reciente reforma realizada, podría generar mayores incentivos.
En perspectiva, el desarrollo de infraestructura es clave para la competitividad del país, especialmente en sectores como energía y transporte, que son esenciales para la integración regional y el crecimiento económico sostenible.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.
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