Con apenas 272 habitantes, Parauta (Málaga) es un minúsculo pueblo que lleva años perdiendo población, como casi todos los de su alrededor. En 2023 puso en marcha una iniciativa, el Bosque Encantado, para atraer turistas que buscasen un plan familiar de senderismo. El plan ha revolucionado el municipio, pero ahora todo está en el aire. Las lluvias de la borrasca Jana causaron el pasado 9 de marzo un desprendimiento de rocas que sepultó parte de la carretera A-397 que une Marbella con Ronda, obligando a cerrarla por un tiempo indefinido. Y si antes llegar a esta localidad desde la costa suponía tres cuartos de hora por esa vía, ahora las dos alternativas existentes requieren dos horas de viaje. “El arreglo es de una urgencia tremenda. Afecta al turismo, a los muchos trabajadores que bajan a diario, a todo”, señala, visiblemente enfadada, la alcaldesa de la localidad, Katrin Ortega. La Junta de Andalucía calcula que las obras pueden durar, como mínimo, seis meses.
El aislamiento de la Serranía de Ronda es una de las principales reivindicaciones históricas de una comarca que suma 50.000 habitantes, 33.000 de ellos en la ciudad rondeña. Es la población de más de 30.000 habitantes de toda la península que más lejos tiene una carretera con dos carriles por sentido, según un estudio del geógrafo local Antonio Palma. Para llegar a la más cercana, la autovía A-7, hay tres rutas diferentes, pero todas con tortuosas carreteras nacionales. La más directa, plagada de curvas, es la A-397, inaugurada en 1980 y que desciende entre bosques de pinos hasta San Pedro Alcántara. Conecta con la Costa del Sol (y su autovía) y por ella que circulan los miles de personas que viven en los pueblos y trabajan en el litoral. Después de que las rocas sepultasen su asfalto y destrozase parte del único viaducto de la vía, las opciones que quedan —por Gaucín y Ojén— suponen el doble de distancia y tiempo. Por eso, una veintena de alcaldes de la zona se reunieron este lunes para solicitar al Gobierno andaluz, competente en el mantenimiento de esta carretera, “máxima prioridad” en su arreglo y ofrezca servicios de transporte públicos de refuerzo, como subrayaron en un comunicado conjunto. Los municipios calculan que unos 9.000 vehículos se ven afectados a diario, la mayoría de trabajadores.
La situación es extrema, pero evidencia las complejas comunicaciones rondeñas. “Siguen siendo nuestro mayor problema”, destaca Antonio Mariscal, portavoz de la plataforma Autovía Ya, nacida en 2017 y que en 2018 reunió a más de 4.000 personas en una manifestación que coincidía con una visita del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aquella primavera el PP celebró un encuentro interparlamentario en Ronda y el que todavía era candidato a la administración andaluza, Juan Manuel Moreno Bonilla, prometió la construcción de una autovía hasta Málaga en su primera legislatura si llegaba a la presidencia. No era la primera vez que llegaba una promesa así en boca de un político: la primera data de 1992. “Todo queda siempre en agua de borrajas”, señala Mariscal.
Desde la plataforma entienden que no debe ser tan difícil —ni tan caro— desdoblar la carretera que une Málaga con Ronda a través del Valle del Guadalhorce, donde ya hay un tramo de autovía construido. Y donde la administración autonómica, de hecho, ha adjudicado dos más que suman cuatro kilómetros y espera licitar otros dos este a lo largo de 2025, según informó la delegada del Gobierno, Patricia Navarro. Cuando el PSOE estaba en la Junta, también planteó la idea de construir una autopista que uniera Ronda y Marbella. Se calculó un coste de 350 millones de euros, pero eran tantas las complejidades en un terreno que es pura sierra y tiene un gran valor ambiental que se descartó. Y, por eso, la única opción hoy es la A-397, que además suele sufrir un importante trasiego de camiones debido a la existencia de una cantera cerca de Parauta.
Al menos seis meses de obra
Su corte será sufrido no solo por los trabajadores que ahora deben duplicar el tiempo de viaje a diario, también por el turismo, que teme que quienes antes subían a hacer una escapada desde la Costa del Sol ahora se lo piensen dos veces. “No tengo ninguna duda. Va a afectar y mucho”, asegura Juan Clavero, propietario del hotel Molino del Arco. “Sobre todo al excursionista que viene a pasear o a comer. Al que se aloje varios días quizá no afecte tanto”. “Hay que ser positivos y no asustar al visitante”, opina por su parte Francisco Retamero, de la bodega Descalzos Viejos, a quien las agencias de viajes le están confirmando que siguen con sus planes. “Afectará muchísimo al turismo de Ronda, si no se toman medidas urgentes en el arreglo del puente dañado”, añaden otras fuentes, conscientes de la importancia de salvar el turismo de primavera y verano.
Para calmar las aguas, la consejera de Fomento, Rocío Ruiz, aseguró este jueves que van a trabajar con “emergencia” y que hay ya un presupuesto de 3,5 millones de euros para realizar el arreglo. Ruiz subrayó que las lluvias que siguen cayendo en la zona han impedido realizar un análisis más exhaustivo de los daños, aunque ya se han utilizado drones y otras herramientas para ello. Y que las borrascas que se suceden sobre la comarca también han impedido empezar “por la seguridad de las personas” unos trabajos que requieren reconstruir parte del viaducto, además de retirar toneladas y toneladas de roca. El plazo estimado de las obras será de seis meses, aunque la idea es abrir al menos uno de los carriles dentro de cuatro meses y medio. Eso sí, no se pilló los dedos. “Podemos tener alguna variación en el plazo, en los costes y en qué nos vamos a encontrar”, advirtió.