Tras el sorprendente intercambio de Luka Dončić por Anthony Davis entre los Dallas Mavericks y los Lakers de Los Ángeles del pasado fin de semana, cualquier movimiento en el mercado de fichajes de la NBA parece menor. Este miércoles, sin embargo, se ha acordado otro traspaso de campanillas. Jimmy Butler, la estrella de 35 años de los Miami Heat, deja el equipo rumbo a los Golden State Warriors. A cambio, los de Florida reciben al canadiense Andrew Wiggins, de 29 años, que formó parte del equipo que ganó el anillo de campeón para los de Stephen Curry en 2022.
La salida de Butler en la temporada de fichajes de invierno, que se cierra este jueves, estaba cantada. El jugador se había declarado en rebeldía, había caído en desgracia y estaba suspendido indefinidamente por los Heat. La situación era insostenible. Butler es un jugador de un talento indiscutible, pero su elevado sueldo y su edad restaban algo de atractivo a su contratación. Al final, en una compleja operación en la que han participado cinco equipos, las piezas han terminado encajando y los Heat han rentabilizado todo lo posible la salida de su estrella.
Aparte del intercambio de Butler por Wiggins, los Golden State Warriors dejan ir a Kyle Anderson, también rumbo a Miami y a Dennis Schroder, que se va a Utah Jazz. Utah traspasa a P.J. Tucker, recién llegado de los Clippers, a Miami, que también recibe una selección protegida de primera ronda del draft. El acuerdo incluye además a los Detroit Pistons, que reciben a Lindy Waters III, de los Warriors y Josh Richardson, de los Heat, según ha adelantado ESPN.
El seis veces All Star ha firmado una extensión de su contrato de dos años por 121 millones de dólares con los Warriors, de modo que jugará en San Francisco hasta la temporada 2026-2027. El propio jugador ha dado una especie de confirmación musical de su traspaso al tuitear con una canción: “Bienvenido al lejano y salvaje oeste”.
Para Butler, los Warriors serán su quinto equipo en la NBA. En los cuatro anteriores su salida ha sido tormentosa, con enfrentamientos con entrenadores, los compañeros o los gestores. A principios de este año, los Heat le suspendieron y anunciaron que escucharían ofertas para traspasarlo después de que él mismo dejara claro que no quería seguir en el equipo.
“¿Qué quiero que pase? Quiero ver cómo recupero la alegría de jugar al baloncesto y, sea donde sea, lo sabremos muy pronto. Quiero recuperar mi alegría. Soy feliz aquí fuera de la cancha, pero quiero volver a ser dominante, quiero encestar y quiero ayudar a este equipo a ganar. Ahora mismo, no lo estoy haciendo”. Los periodistas le preguntaron entonces si creía que podía recuperar esa alegría en Miami y respondió escuetamente: “Probablemente no”.
Esta era la sexta temporada de Butler con los Miami Heat. En ese periodo, el equipo llegó a dos finales de la NBA, en 2020 contra los Lakers y la de 2023 contra los Nuggets, pero perdió ambas. En los últimos playoffs, el equipo cayó en el primer cruce contra los Celtics, con Butler lesionado durante toda la serie. Esta temporada, los Heat van séptimos en la clasificación de la Conferencia Este, en parte penalizados por la escasa participación de su estrella. Antes de recalar en Miami, el jugador de 2,01 metros de altura jugó seis temporadas para los Chicago Bulls ―que lo eligieron en la 30ª posición del draft de 2011―, algo más de una con los Minnesota Timberwolves y menos de una con los Philadelphia 76ers.
El jugador llega a unos Warriors que van décimos en la Conferencia Oeste y que tendrán que pelear por meterse en la postemporada. Ahí es donde Jimmy Playoff Butler suele brillar más. Eso sí, tendrá que conformarse con no ser la estrella del equipo. El ídolo indiscutible de los Golden State Warriors es Stephen Curry. Con ambos en la pista, los Warriors tendrán un poderoso juego exterior. Draymond Green es el otro superviviente del equipo que fue dominador buena parte de la pasada década.
El fichaje de Butler, por otra parte, silencia los rumores de traspaso de Kevin Durant a los Warriors, en lo que parecía la primera opción del equipo que entrena Steve Kerr.
Los Heat se hacen a Wiggins. Pese a que fue elegido número 1 del draft de 2014, ha demostrado menos rendimiento y calidad que Butler, número 30 en la selección de 2011. Wiggins es más joven y con una retribución más baja, pero además los Heat también reciben a P. J. Tucker y Kyle Anderson, más la selección del draft citada. Es un buen acuerdo para los de Florida desde la posición de debilidad en la que entraban en la negociación. Ahora tendrán que ver cómo encajan las piezas en el equipo.
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