Estados Unidos finalmente cumplió con la amenaza. El Gobierno de Claudia Sheinbaum anunció este martes que responderá con “medidas arancelarias y no arancelarias” a partir del próximo domingo, tras la imposición de aranceles del 25% a sus productos a manos de Donald Trump. “Nadie gana con esta decisión“, afirmó la presidenta mexicana, en su conferencia de prensa de este martes. “No hay motivo que dé razón a estas acciones”, reclamó y dijo que iba a seguir buscando una salida negociada a las tensiones con Washington. La mandataria confió en que el país tiene una economía fuerte y llamó a cerrar filas frente al castigo de Trump por el tráfico de fentanilo y la crisis migratoria. “Hago un llamado al pueblo de México a enfrentar juntos este desafío, a mantenernos con unidad”, agregó, al tiempo que convocó a una movilización en el Zócalo, la plaza principal del país, para mostrar músculo y respaldo popular este mismo fin de semana.
“No hay margen para México ni para Canadá”, afirmó Trump el lunes, cuando le preguntaron si cabía la posibilidad de una nueva pausa para diferir el castigo a las exportaciones de sus vecinos. Sheinbaum desplegó la semana pasada a las figuras clave de su Gabinete para que intentaran cerrar un nuevo acuerdo con sus contrapartes estadounidenses, pero ni los esfuerzos diplomáticos, ni la promesa de disminuir los vínculos con China ni el operativo de entrega de 29 capos solicitados por la Casa Blanca, un hecho inédito en la historia del país, frenaron la embestida del republicano. Canadá también ha sido blanco de un gravamen del 25%, mientras que los productos chinos, del 20%.
El golpe es mayúsculo. Alrededor de un 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, lo que ha catapultado al país latinoamericano a ser el principal socio comercial de su vecino. La imposición de las tarifas, tras la prórroga conseguida el pasado 3 de febrero, también llena de dudas los circuitos críticos de la relación bilateral, así como el camino hacia la renegociación del acuerdo comercial entre los tres países de Norteamérica (TMEC), prevista hasta 2026, pero en marcha en los hechos. Después de varios meses de contención, México afronta un escenario crítico, sin certezas sobre la cooperación contra el crimen organizado, la colaboración frente a la crisis migratoria y el futuro comercial de la región.
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