Fernando L., el amigo de Elisa Mouliaá con el que ella declaró que estaba bailando en una fiesta en septiembre de 2021 cuando el político Íñigo Errejón la agarró y la llevó del brazo a una habitación donde la agredió, ha declarado este viernes en la causa abierta contra el exdiputado y ha asegurado que no recuerda ese episodio en concreto, informan fuentes jurídicas. Según su relato, breve y vago, apenas estaba pendiente de ellos, no notó “nada raro”, no estaba bebido y tampoco recuerda si la actriz lo estaba. También ha testificado una amiga de la denunciante que ha explicado que quedó días después con ella, que le contó pormenorizadamente lo sucedido, incluido que había dicho a Errejón que “solo sí es sí”.
Según el relato de los hechos que Mouliaá describió a la policía en una denuncia el día que Errejón dimitió, en octubre de 2024, ambos quedaron una noche en Madrid, en la que el exdiputado acompañó a la mujer a una fiesta en casa de unos amigos de ella. Según ella, bebió mucho esa noche y apenas cenó y, cuando estaba bailando con su amigo, Errejón tuvo un ataque de celos y después la agarró del brazo y la metió en una habitación. Allí, cuenta que la manoseó y la agredió sexualmente, aunque ella no dio su consentimiento. Después, ambos cogieron un taxi y en el trayecto el padre de la mujer la llamó para comunicarle que su hija tenía fiebre. Llegaron hasta casa de Errejón, donde ella, explica, le volvió a pedir que parara y se machó.
El juez Adolfo Carretero investiga estos hechos para lo que ya ha tomado declaración al denunciado y a la denunciante, que coinciden en el relato de aquella noche, pero difieren en el asunto del consentimiento. Para Errejón, fue una relación de común acuerdo, mientras que Mouliaá sostiene que se sintió violentada y que esa noche estaba muy ebria.
El abogado de la actriz, Alfredo Arrién, ha detallado que el padre de la actriz, que también ha declarado este viernes, ha indicado que, cuando llamó a su hija para comunicarle el estado en el que se encontraba su nieta, la notó ausente, una situación que se prolongó hasta el día siguiente. “Era evidente su estado de embriaguez o lo que tuviera”, ha sostenido el progenitor, según el letrado. También ha prestado su testimonio el hermano de la actriz, quien ha sostenido que la denunciante les contó que ese día se había sentido incómoda, según fuentes judiciales.
Tanto Mouliaá como Errejón deben entregar sus móviles para que el juzgado pueda extraer las conversaciones entre ellos y también las que mantuvo la denunciante con amigas sobre los hechos denunciados. La policía se encargará de hacer un análisis del intercambio de mensajes. Errejón trató de evitar esta medida al entregar con un certificado notarial una copia de las conversaciones conservadas en su terminal. El plazo para ambos para hacer entrega de los dispositivos finaliza la semana que viene. En los próximos días también se tomará declaración por videoconferencia a los dos amigos organizadores de la fiesta en Madrid, que actualmente residen en Australia.