Inoxichel España Noticias Vox atrapa a Feijóo en el laberinto valenciano | España

Vox atrapa a Feijóo en el laberinto valenciano | España

A Alberto Núñez Feijóo se le ha ido de las manos la estrategia que había diseñado tras la tragedia de la dana. El líder del PP acordó con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que le daría tiempo para que se centrara en la reconstrucción de los destrozos de la gota fría que se llevó por delante la vida de 227 personas el pasado octubre. Un año o un año y medio, ya se vería. Y le impuso que ligara su futuro político al éxito de esa reconstrucción, como una especie de dimisión en diferido. El PP pretendía, además, dar la batalla al Gobierno para corresponsabilizarlo de la catástrofe, por la información sobre el temporal que suministraron los organismos estatales, en las comisiones de investigación en las Cortes. Pero ese plan terminó de saltar por los aires esta semana cuando el president alegó, cuatro meses después y en un nuevo cambio de versión, que llegó al órgano que coordinaba las emergencias, el Cecopi, el fatídico día en el que el cielo se desplomó sobre Valencia a las 20.28 de la tarde, después de la tardía alerta a la población. En medio de la peor tormenta, el capitán no estaba en el puente de mando del barco.

Tras esa última revelación, insostenible ya políticamente para Mazón, en el PP hay muchas voces conscientes de que su estrategia se ha resquebrajado y hay que replantearla. La crisis trasciende a la dirección valenciana del partido e incluso a la nacional, porque los presidentes autonómicos del PP también se confiesan muy preocupados. “Estamos todos asustados”, se escucha en los territorios. La teoría inicial era que el daño de la incompetente gestión de la catástrofe de la dana solo alcanzaba al partido en la Comunidad Valenciana, y que no saldría de ahí. E, incluso, algunos pensaban que todavía podría darse la vuelta. Los dirigentes más realistas advertían a los entusiastas de que este partido, en el sentido de la batalla política contra el PSOE, como mucho se podría empatar.

Pero ya no hay contención de daños. El temor que recorre al PP en estos momentos es que el estropicio se extienda sin control, más allá de Valencia, a las siglas populares. En plena zozobra, todos miran al líder, Feijóo, obligado a mover ficha. En las situaciones complicadas es cuando se forjan ―y se miden― los liderazgos.

El político gallego afronta importantes obstáculos que lo atrapan en el laberinto valenciano. El de más envergadura es que la solución depende en gran parte de Vox, entregado ahora a una guerra contra el PP. Para sustituir a Mazón, según el Estatuto de Autonomía valenciano, solo caben estas opciones, citadas textualmente en la norma: renuncia o dimisión presentada por él mismo, incapacidad, defunción o pérdida de una cuestión de confianza. O que prospere una moción de censura en su contra.

Aunque Mazón tirara la toalla o Feijóo le forzara a dimitir (salvo si convocara elecciones, escenario que nadie quiere en el PP), las Cortes Valencianas deberían nombrar después al nuevo presidente. Y la mayoría absoluta ―50 escaños― requiere la suma de PP (40) y Vox (13). El PSOE tiene 31 actas y Compromís, 15. Así que los ultras tienen la llave. “El menor de los problemas en estos momentos es convencer a Mazón para que se vaya”, cree un dirigente de peso del PP. “Lo que veo muy complicado es convencer a Vox. Están durísimos y agresivos con nosotros”, añade.

Según se asegura en círculos populares, existió ya un primer intento para relevar a Mazón, en conversaciones secretas con Vox. En los primeros momentos tras la dana se barajaron nombres y la extrema derecha, según estas fuentes, vetó como sustituta a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá. Ella es la mejor situada en el PP para suceder al president, porque además es diputada, requisito indispensable para poder ser elegida presidenta.

En el PP creen que los ultras tampoco la querrían ahora porque no existe feeling con la alcaldesa ―aunque gobierna con Vox, no sin dificultades―, pero, sobre todo, porque es un buen perfil. Y Vox, estiman en el PP, prefiere en su caso elecciones o seguir desangrando al PP manteniendo a Mazón. Tampoco convence en las filas populares lanzar ahora al ruedo a la regidora de Valencia, para no quemarla como candidata y porque sería desvestir a un santo para vestir a otro.

En el PP se barajan también otras posibilidades, en medio de una intensa presión para que Mazón sea apartado. Como la de intentar investir a un president interino, que no fuera Catalá, y a la vez nombrar a un candidato a las próximas elecciones autonómicas, configurando una bicefalia. Pero todo es una nebulosa política, porque como admiten en el partido, “no había plan b”.

Feijóo debe decidir, además, bajo una espada de Damocles. ¿Lo sabe todo sobre lo que hizo Mazón el 29 de octubre? ¿O va a estallar una información nueva que él no conozca y que hará que cualquier solución ya llegue demasiado tarde?

Génova transmite en las últimas horas que no hay novedades. “En principio, Mazón. No hay otro escenario”, apunta un dirigente de la cúpula. El portavoz parlamentario, Miguel Tellado, le respaldó este sábado como el “presidente de la reconstrucción”. Mariano Rajoy tardó dos años en salir del letargo y expulsar a Francisco Camps de la presidencia de la Generalitat Valenciana en 2011 tras verse salpicado por el caso Gürtel. “A Mazón le queda poco tiempo”, se escucha ahora en el PP, pero la decisión pesa ―y mucho― sobre los hombros de Feijóo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post